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La papaya (Carica papaya) es una especie de importancia en los trópicos por el alto rendimiento y valor nutritivo de su fruto además que es una fruta apetecida por su agradable sabor. Guatemala es el cuarto productor más grande a nivel Mesoamérica, la producción en el país se concentra en Petén que cuenta con las condiciones climáticas adecuadas para el cultivo. Además, la región tiene la ventaja de estar libre de la mosca blanca del mediterráneo por lo que se tiene facilidad para la exportación.
A pesar de todas las ventajas ambientales, climáticas y geográficas, la papaya tiene una serie de problemáticas asociadas al cultivo como virus, hongos, bacterias y una serie de fitopatógenos que limitan su comercialización y producen pérdidas significativas a los productores. Entre los fitopatógenos que con mayor frecuencia se asocian a la papaya son las especies del género Colletotrichum sp causantes de la antracnosis.
La empresa guatemalteca “La Carreta” se dedica a la venta y distribución de frutas y verduras en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Entre los frutos que comercializa se encuentra la papaya Kaya Paya® (Carica Papaya). Este producto insignia de la marca, está presentando altos niveles de pérdidas post cosecha por defectos de calidad como pudrición del fruto, pérdida de turgencia y colonización de microrganismos como antracnosis. La colonización de fitopatógenos afecta la calidad del fruto, pero las heridas causadas en los frutos los vuelve susceptibles al ataque de patógenos dañinos para los seres humanos.
Las pérdidas post cosecha de la papaya han desencadenado una serie de problemáticas como pérdida de clientes, notas de crédito por incumplimiento, perdida de material de empaque, gasto de recursos ambientales en campo, reproceso, aumento de gastos de logística por los cambios en tiendas, venta en canales de venta secundarios a un precio menor ya que en promedio un 30% de los frutos que se desperdician por la severidad de los defectos de calidad. Esta problemática no solo tiene un eje económico sino también uno social, ya que en Guatemala uno de cada dos niños sufre algún grado de desnutrición por lo que disminuir el desperdicio de alimentos debe ser una meta con la que todas las empresas de la cadena de valor de los alimentos deben comprometerse.
Para poder proponer soluciones a esta problemática ya hay numerosos estudios donde se detallan métodos en la post cosecha que pueden minimizar las perdidas por ataques de fitopatógenos, como tratamientos de ácidos en solución, tratamientos térmicos de los frutos o inclusive el uso de recubrimientos especiales. Una de las propuestas más innovadoras que se ha empleado para tratar las enfermedades en el cultivo de la papaya (Carica Papaya) es el uso de biocontroladores. El fundamento de esta técnica es la introducción de microorganismos benéficos para controlar la población de otros microorganismos presentes en el medio. Su uso ha sido efectivo en el cultivo, pero son limitados los estudios que han determinado su efectividad en las aplicaciones post cosecha. El fin de esta investigación es poder ampliar la información disponible sobre el uso de bio controladores en la post cosecha de frutos como la papaya y poder ser de utilidad para métodos de control postcosecha de “La Carreta”.
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