Abstract:
INTRODUCCIÓN. De los materiales de construcción, la madera es el principal recurso renovable.
Siempre cabe la posibilidad de plantar más árboles con el fin de obtener de ellos la
madera necesaria para construir.
Por su origen, la madera, como material de construcción, posee características
inherentes que todo constructor debe conocer. Por ejemplo, aunque dos tablas sean
aserradas simultáneamente de dos árboles de la misma especie, que crecieron juntos
en el mismo bosque, la resistencia de una y otra es diferente. Así, la tarea de describir
este material heterogéneo no es fácil en absoluto. Pero gracias a la útil información
recabada en fechas recientes sobre las propiedades de la madera y su comportamiento
en las estructuras, en la actualidad es posible describir este material con mejor
precisión que antaño.
Por ejemplo, las investigaciones han demostrado que la madera clasificada como
apta para soportar la compresión no se puede usar sin modificaciones en un sector
sometido a tensión dentro de un elemento de gran peralte que resiste fuerzas de
flexión o se utiliza para soportar dicha tensión.
Según indica la experiencia, las características de crecimiento habituales afectan en
mayor grado, de modo que afecta los esfuerzos básicos tanto de tensión como
compresión. Además, los estudios han promovido un mejor aprovechamiento de la
madera desde el punto de vista ingenieril. Es decir, ya no es necesario atenerse a la
inspección visual, basada en promedios, a fin de estimar las cualidades estrucuturales
de una pieza de madera.
En el pasado, el criterio que se seguía para constuir viviendas de madera no era el
diseño estructural, sino el conocimiento empírico. De ahí que a menudo no se
aprovechara plenamente la resistencia de ese material. En la actualidad gracias al
mejor conocimiento que se tiene sobre la madera, a la disponibilidad de criterios bien
cimentados de diseño estructural y al desarrollo de procesos de fabricación
económicos, se está logrando un uso cada vez mayor y más eficiente de ésta en la
construcción de viviendas.
También han contribuido a la optimización de esta aplicación de la madera las
mejoras realizadas en los adhesivos y pegamentos. Un ejemplo muy notorio de este
fenómeno es el proceso de terciado o contrachapado, que permite, gracias al uso de
adhesivos, fabricar elementos de gran peralte a partir de tablas delgadas, los cuales,
además, tienen mejores cualidades que la madera en estado natural. De este modo, no
sólo se producen elementos estructurales más fuerte, sino que también se abre la
posibilidad de colocar madera de óptima calidad en las zonas sujetas a mayor esfuerzo
dejar la de mala calidad en los puntos de menor esfuerzo, lo que reduce los costos
generales. Debido a su mínima variabilidad, la resistencia en las tablas de madera
terciada y pegada, es predecible.