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Si se considera a la educación como una empresa colectiva
que se propone formar al hombre bajo ciertos principios
y normas que configuran una estructura sistemática e
institucional, la función profesional del maestro aparece
claramente definida como el principal elemento de la enseñanza.
La importancia de su función está dada no solamente en
cuanto a su especialidad técnica que se realiza ordinariamente
dentro del aula, sino también en cuanto a esos otros
aspectos que trascienden hacia la conducta y formación integral
del alumno.
Por eso se ha dicho -y con sobrada razón- que si la
personalidad del educador y la capacidad profesional no se
atienden paralelamente a los implementos y recursos materiales
que requiere la educación para su óptimo desarrollo,
todo sistema escolar estará expuesto a las contingencias
de un virtual fracase.
Más todavía: si se toma en cuenta ese cúmulo de transformaciones
rápidas que viene sufriendo todo el contexto sociocultural de la presente época en todas las latitudes del
del mundo, la educación sistemática -y con ella el maestro deberá
enfrentar las situaciones nuevas con el mismo dinamismo
de cambios a las exigencias que plantea la sociedad contemperánea.
En este sentido la versatilidad funcional de
las instituciones educativas y la capacidad de tomar decisiones
adecuadas de los que dirigen y ejecutan la magna tarea,
son condiciones esenciales que se imponen en la hora
actual.
De ahí es que se justifica plenamente todo empeño que
tienda a superar deficiencias y anacronismos tradicionales
de los sistemas educativos. Particularmente en lo que respecta
al maestro, ya que se percibe la urgente necesidad de
mejorar su preparación científica y técnica y ampliar igualmente
su base filosófica y cultural, a fin de que el educador
represente no sólo la eficiencia técnica en la enseñanza,
sino además, una visión más completa y más conciencial
de lo que significa la tarea de educar.
Estas consideraciones son las que han motivado al autor
a elegir el tema de la presente investigación, que trata
fundamentalmente de explorar en un grupo de estudiantes
normalistas las condiciones personales de aptitud e intereses
respecto a la carrera docente. En otros términos, la modesta
pretensión que alienta el autor es la de una aproximación
al vital y grave problema de la vocación profesional docente,
como requisito insoslayable para garantizar la idoneidad
en el futuro maestro y de este modo buscar también en el elemento
que postule a la carrera, una predisposición moral hacia
la mística de sacrificio que importa ser maestro en el
sentido plenario de la palabra.
La estructura general del trabajo está organizada en capítulos
sucesivos que tratan coherentemente todos los aspectos
inherentes a la naturaleza de una investigación científica.
En el capítulo II, que comprende la definición del problema,
se exponen los antecedentes socioeconómicos de la
profesión y el planteamiento concreto del problema en términos
científicos.
En el capítulo III se presenta un rápido enfoque de los
aspectos que parcialmente esbozan el perfil profesional del
maestro, tales como la personalidad, la eficiencia técnica,
ética conductual, disciplina y capacidad de trabajo.
Estos aspectos. si bien no constituyen propiamente el
meollo del problema que se investiga, tienen sin embargo
importancia teórica, por cuanto a través de ellos se establecen
algunos patrones de referencia que justifican las
exigencias de aptitud e intereses vocacionales, como requisitos
básicos, a los estudiantes que eligen la carrera.
El capítulo IV contiene específicamente la fundamentaojón
teórica del problema, en base a las variables de aptitud,
los intereses y el rendimiento académico.
Sigue luego el capítulo de Metodología con los siguientes
aspectos: las hipótesis, definición operacional de las
variables involucradas, descripción de los instrumentos
psicométricos utilizados y las pruebas estadísticas adecuadas
al tema.
En el capítulo VI se presentan los resultados obtenidos
con el tratamiento estadístico. Continúa al mismo el
capítulo de análisis y discusión de aquellos resultados con
relación a las hipótesis planteadas. Finalmente, el capítulo
VIII contiene las conclusiones y recomendaciones emergentes
de los resultados de la investigación.
Quien tenga la amable curiosidad de recorrer leyendo
las páginas que siguen, encontrará sin duda, más que
resultados que satisfagan las exigencias rigurosas de un
trabajo científico, un modesto esfuerzo dedicado con el más
leal empeño a la profesión docente.
Unamuno decía que solía escribir siempre poniendo en su
Pluma y su pensamiento, no sólo las ideas que se enlazan
fríamente hasta formar una urdimbre de razonamiento lógico,
sino ante todo su sangre, su espíritu y toda su vivencia
afectiva; al igual que él, aquí se ha puesto junto a las
ideas todo el calor y pasión que inspira la noble y heroica
tarea de iluminar con el evangelio de la cultura y la
ciencia, los caminos todavía oscuros de la dramática ruta
que emprende actualmente el destino humano. RR |
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