Abstract:
INTRODUCCIÓN. La apertura del mercado de las telecomunicaciones en Guatemala, que se propició con la
promulgación de las reformas a la ley en 1997, ha marcado un giro en el desarrollo de las
actividades en el sector, al crear una oportunidad de negocio antes vedada, o bien muy restringida
y poca atracción. La nueva ley promueve el desarrollo de nuevos operadores en cualquiera de las
ramas de las telecomunicaciones, insta a la libertad de mercado y establece un respaldo de tipo
técnico — legal al crear la Superintendencia de Telecomunicaciones como máxima autoridad y
ente regulador de las actividades en esta materia.
Esta oportunidad de negocio, propiciada por los cambios en la legislación del país,
merece ser estudiada y analizada, para conocer su impacto real, como una fuente de inversión en
el sector. Pese a esto, hacer un estudio minucioso del potencial del mercado de las
telecomunicaciones es tarea que se sale de los objetivos de este trabajo, antes bien, lo que se
desea es presentar un ejemplo práctico de los aspectos generales que deben ser tomados en
cuenta. Al momento de la investigación: se presenta el caso de establecer una empresa que preste
el servicio de telefonía básica.
Haciendo uso de las herramientas de investigación de mercado, se inicia con la
determinación del mercado potencial del servicio en un sector escogido. Al contrastar estos datos
con los de la oferta del servicio, las tarifas y la capacidad económica del sector, se establecen los
elementos que permiten identificar la oportunidad que el mercado ofrece a un nuevo operador.
La oportunidad del proyecto, identificada en el estudio de mercado, es la base para el
dimensionamiento. En el estudio técnico se hace una descripción de los recursos técnicos y
organizacionales necesarios para poner en marcha la empresa y brindar el servicio en la magnitud
requerida.
Con base en los estudios, de Mercado y Técnico, en el Estudio Financiero se calculan los
requerimientos necesarios de capital de inversión para realizar el proyecto. Se estiman los
ingresos que se esperan percibir y de los gastos a incurrir al momento de poner en marcha el
proyecto. El estudio termina con la rentabilidad del proyecto y la evaluación de los factores
sensibles.