Abstract:
Las emisiones hacia la atmósfera de metano se han incrementado en los últimos años debido en su mayoría a las actividades humanas. El metano es responsable alrededor de un 30 % del aumento global de la temperatura que ha tomado lugar desde el periodo pre-industrial, siendo el segundo gas de efecto invernadero después del CO2. El metano tiene una vida corta en la atmósfera, de 7 a 12 años, diferente al dióxido de carbono, el cual persiste por varios cientos de años. Sin embargo, debido a su estructura molecular, posee un potencial de calentamiento 84 a 86 veces la del CO2. Se considera a la disminución de las emisiones de metano, como la estrategia más efectiva para lograr mantener, a largo plazo, un calentamiento global menor de 2.0 °C, meta que se ha consensuado internacionalmente.