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Cambios y novedades urbanísticas en la Nueva Guatemala de la Asunción

Resumen

El traslado de la ciudad de Guatemala del valle de Panchoy al de la Ermita o de la Virgen ha sido un tema que ha interesado a diversos autores. Como ejemplo vale la pena recordar la obra de Pedro Pérez Valenzuela (1900-1981), La Nueva Guatemala de la Asunción, publicada originalmente en 1934, con reimpresión de 1964. La determinación de la traslación la tomó el recién llegado Presidente Martín de Mayorga (1721-1783). Ello deparó la oportunidad para que las autoridades centrales y de la urbe, que entonces tendría alrededor de 30,000 habitantes, buscaran mejorar varias cuestiones urbanísticas y solucionar diversos problemas en el nuevo asiento. Como es sabido, hubo fuerte oposición en varios sectores de los habitantes a trasladarse. Los que se resistieron fueron apodados "terronistas", y los otros "traslacionistas". A la cabeza de los primeros estuvo el arzobispo Pedro Cortés y Larraz (1712-1786), quien por su oposición fue transferido a España, como obispo de Tortosa (Tarragona). Si bien la decisión fue que Santiago de Guatemala quedara totalmente deshabitada, ello nunca llegó a ocurrir del todo. Por un lado hubo personas que pospusieron su salida y con el tiempo se les permitió quedarse, especialmente luego que Mayorga fue trasladado a la Nueva España. Otros prefirieron irse a vivir a poblados diferentes de la capital. Con respecto al tamaño del vecindario, en comparación con Santiago, la Nueva Guatemala de la Asunción (como se le llamó entonces) disminuyó una vez completado el proceso. De acuerdo con la legislación vigente, Guatemala de la Asunción tuvo calles rectas, orientadas de norte-sur y de oriente a poniente, con la plaza mayor al centro, así como manzanas rectangulares. El valle no era del todo plano: ya que es más bajo al oriente y un poco más alto al occidente. Por otra parte, se decidió que se transfirieran asimismo los poblados de los alrededores, en los cuales se repitió la renuencia parcial de sus habitantes al traslado, en parte exitosa, de manera que casi todos se mantuvieron también en el valle de Panchoy y sus cercanías. A continuación me referiré a los principales cambios y novedades urbanísticas que se produjeron en la Nueva Guatemala. Comenzaré con algunos aspectos de la traza urbana. Haré referencia a cambios o contrastes con respecto a la anterior capital. El nuevo valle era más abierto y amplio, sobre todo de sur a norte. El clima no era muy diferente, aunque se aludió a que era más ventoso, que algunas fuentes consideraron que podía tener efectos nocivos sobre la salud.