Abstract:
El estudio se llevó a cabo para evaluar algunos centros de aprendizaje para el desarrollo rural (CADER) del MAGA, a fin de conocer su funcionamiento como centros de aprendizaje de nuevas prácticas agrícolas, así como la adopción e implementación de las mismas por sus integrantes. También se buscó examinar los papeles y la relación entre los diferentes componentes de la metodología de extensión campesino a campesino (CaC). Es decir, la relación técnico-promotor voluntario-agricultor beneficiario. Se colectaron datos sobre producción y diversificación agrícola, participación en los CADER, transferencia de aprendizajes, estructura organizacional, adopción e implementación y el impacto sobre la seguridad alimentaria nutricional (SAN). Se tomaron en cuenta 21 CADER de 12 comunidades del municipio de Sansare. Para la colección de los datos, se vivió en la casa de algunos participantes de las 12 comunidades y se llevó a cabo una entrevista estructurada con 162 agricultores que forman parten de los 21 CADER. Se tomaron como referencia algunas capacitaciones a los promotores realizadas por el Proyecto Yo Me Adapto, implementado por la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF en inglés) y por la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), así como capacitaciones realizadas por extensionistas del MAGA. También se evaluaron las capacitaciones realizadas por los promotores a los integrantes de los CADER. Se determinó que los CADER estaban funcionando adecuadamente en su función de involucrar miembros de la comunidad y como centro de convergencia entre el extensionista-promotor-comunidad. Sin embargo, el CADER estaba funcionando como un pequeño centro de producción más que como centro de capacitación. La mayoría de las prácticas enseñadas no estaban siendo replicadas en los CADER y menos aún en los sitios de producción de los miembros de los CADER. La baja adopción de las prácticas agrícolas aprendidas por los miembros de los CADER es preocupante. Las principales razones incluyen las limitadas habilidades de los promotores para llevar a cabo el proceso de transferencia de las prácticas que ellos recibieron, la percepción predominante del CADER como una fuente de ayuda externa o como centro para producir alimentos, y no como un lugar para aprender soluciones aplicables a los problemas de seguridad alimentaria nutricional. Los CADER están operando bajo algunos supuestos que deben ser examinados a fin de entender si ellos están proveyendo un soporte técnico adecuado para las familias rurales que sufren de inseguridad alimentaria y malnutrición. Este estudio de caso ayuda a entender el éxito, retos y limitaciones de la funcionalidad de los CADER y sus integrantes que forman parte del SNEA en Sansare, El Progreso.