Abstract:
En Guatemala, los mamíferos terrestres medianos y mayores son un grupo que engloba una riqueza de especies y niveles tróficos bastante altos. Estos son un componente fundamental en los ecosistemas debido a las funciones que desempeñan en los mismos, las cuales van desde la dispersión de semillas, hasta la regulación de algunas poblaciones de vertebrados e invertebrados. Este estudio se enfocó en determinar los patrones en las poblaciones de mamíferos terrestres medianos y mayores, así como sus patrones de actividad en las áreas protegidas: Reserva Hídrica y Forestal Sierra Caral, Reserva de Manantiales Cerro San Gil, Área de Usos Múltiples Río Sarstún y Refugio de Vida Silvestre Punta de Manabique, las cuales forman parte de la Iniciativa del Corredor del Jaguar. Se analizaron fotocapturas de cámaras trampa del periodo comprendido entre 2014 a 2020 y se determinó el patrón de actividad para aquellas especies que presentaron más de 10 registros independientes. Por medio de una matriz de correlación de Pearson se evaluó si las variables climáticas de temperatura, humedad relativa y precipitación influían en la riqueza de mamíferos registrada en cada período de muestreo. Se registró un total de 20 especies de mamíferos terrestres medianos y mayores en las cuatro áreas de estudio, siendo el orden Carnívora el predominante, aunque no se registró la presencia de depredadores de talla grande como jaguar y puma en la RHF Sierra Caral y la RPM Cerro San Gil. Asimismo, se identificó que dentro de la RHF Sierra Caral, Dasyprocta. punctata, Mazama temama y Nasua narica tuvieron un patrón de actividad diurno, mientras que Procyon lotor, Didelphis marsupialis un patrón nocturno. Por otro lado, Dasypus novemcintus y Leopardus pardalis presentaron patrones catemerales, es decir, tanto diurnos como nocturnos. No se puede asegurar que no existe la presencia de depredadores de talla grande en la RHF Sierra Caral y en la RPM Cerro San Gil, dado que el esfuerzo en función al número de estaciones de fototrampeo, área efectiva de muestreo y tiempo no fueron lo suficiente como para afirmar que estas especies no están presentes en los sitios. Se recomienda realizar estudios que combinen los efectos del cambio de uso de suelo, el tamaño del área, tipo de manejo y el impacto de diferentes actividades humanas como la cacería y la presencia de caminos. Dicha información permitirá evaluar los efectos de estas actividades sobre la presencia y abundancia de mamíferos para plantear mejores medidas de conservación.