Publicación: Conocimientos y actitudes sobre educación sexual en estudiantes de enfermería.
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Resumen
El sexo y la sexualidad son temas tan antiguos como el hombre mismo, sin embargo, no fueron abordados con la libertad y amplitud con que lo son en la actualidad. El sexo es propio de innumerables especies, no exclusivo del ser humano. La sexualidad considerada como la vivencia del sexo en la comunicación amorosa, la integración del ser humano y la afirmación de su papel para su propia satisfacción y la de los seres que le rodean, si es exclusiva de la especie humana. Mucho es lo que se ha modificado desde que Sigmund Freud expuso sus teorías del "subconciente", de la "líbido" y el "tánatos". En realidad, la mal llamada "revolución sexual" no ha sido sino una concientización sexual. Todas las innovaciones siempre llevan consigo un lado positivo que es el de aclarar o mejorar una situación, pero, también un aspecto negativo, que es la desvirtuación de su objetivo fundamental. En el caso de la sexualidad, nos trajo la aceptación del ser humano tal como es: física, mental y socialmente. El aspecto negativo ha sido el auge de la comercialización del sexo y un relajamiento de la moral sexual. El problema recrudeció quizás por la confusión o apatía de los educadores, que temían enfrentarse a sus alumnos cuando aparecían preguntas que consideraban "peligrosas". Sin embargo, en la actualidad la situación es diferente, la corriente educativa va hacia la integración del individuo, hacia su pleno desarrollo. Predominan las presiones tanto políticas como educativas, en el sentido de preparar a los estudiantes para la vida, para una vida de satisfacción y desarrollo constante. ¿Cómo se puede preparar para la vida si se deja de lado un aspecto fundamental del ser humano, su sexualidad? En la enseñanza a estudiantes de enfermería, la responsabilidad de un adecuado aprendizaje en Educación Sexual es doble; ya que deberá responderse a las necesidades de las estudiantes como personas y a sus necesidades como futuras educadoras en salud. Como educadoras, las necesidades de enseñanza en el campo de la salud, sobre todo en el área sexual, son múltiples. Si consideramos que la enfermera es responsable de desarrollar programas educativos para: comadronas, auxiliares de enfermería y pacientes, y que el énfasis de los programas de salud está en el área materno-infantil, tenemos ya el cuadro general completo. En las Escuelas de Enfermería de Guatemala no existe un programa de Educación Sexual como tal, sin embargo, se imparten conocimientos y se realizan prácticas relacionadas íntimamente con ella. Al llegar a la etapa final de su preparación, cuando deben aplicar lo aprendido, cuando deben realizar actividades similares a las que realizan las enfermeras en los centros de salud, especialmente el desarrollo de programas educativos en el área de Educación Sexual, la estudiante manifiesta inseguridad e incapacidad para realizarlos ella sola. Esta situación, vivida personalmente con un grupo de estudiantes, fue lo que me inclinó a realizar el presente trabajo, que si bien no es lo suficientemente extenso ni profundo, permitirá orientar en mejor forma los actuales programas de estudio de las Escuelas de Enfermería. RR