Abstract:
El Cerro El Naranjo es un área de bosque dentro de la Ciudad de Guatemala que presta servicios ambientales de hábitat de biodiversidad, zona de recarga hídrica y área de paisaje con potencial para recreación. Esta área se encuentra fuertemente amenazada por el desarrollo urbano desde la década de los 80's, por lo que surge la necesidad de comprender cuáles son las áreas de bosque más susceptibles a perderse y por lo tanto qué áreas deberían protegerse. En este trabajo se analizó la dinámica del uso del suelo del Cerro El Naranjo y su área de influencia en el período de 1954 a 2001, identificando los cambios en la presión del suelo. La fuente de información y herramienta empleada para este análisis fueron fotografías aéreas de los años 1954, 1981 y 2001. Se establecieron 4 categorías de uso: urbano, cultivos, bosque y áreas no boscosas como pastizales y arbustales. Las fotografías fueron interpretadas visualmente, se digitalizaron los polígonos de uso del suelo empleando el programa ArcMap 8.2 y se cuantificaron las áreas de cada uso.
Se determinó que entre 1954 y 2001 la tasa de crecimiento del área de cobertura urbana del Cerro El Naranjo y su área de influencia fue de 812% siendo en 1954-1981 cuando mayor aumento se presentó. Este crecimiento se dio a expensas del área de cultivos -relación comprobada con una regresión lineal en la que los coeficientes resultan similares y de signo opuesto (0.7 para urbano y -0.8 para cultivos)-. Si se analiza todo el período, el cambio en el área de bosque no es significativo (-6.9%) ya que este valor es menor que el error en la interpretación de las fotografías aéreas (7%).
Sin embargo la tendencia desde 1981 es que el bosque disminuya presentando una tasa de cambio de -25% en el período 1981-2001. Asimismo, se percibe un fuerte proceso de fragmentación -indicador del deterioro ambiental-, como en el caso del barranco del río Guacamaya que resultó completamente aislado por las colonias 1° de Julio y Bosques de San Nicolás, quedando eliminada la conexión entre este barranco y el Cerro El Naranjo. Una consecuencia de la construcción de la carretera El Naranjo es la alta probabilidad de que el bosque del río Naranjo quede incomunicado con el Cerro El Naranjo, por lo tanto el bosque que los comunica debe mantenerse.
Se analizó además la permanencia de los bosques del área, obteniéndose que 36% del bosque del Cerro El Naranjo y su área de influencia tiene más de 47 años. Por otra parte se identificaron los bosques que son más susceptibles a urbanizarse por encontrarse en terrenos con pendientes menores a 10% o cuyo uso del suelo en 1954 era cultivos; 39.1% del área total de bosque reúne estas dos condiciones. De igual forma se identificaron las áreas no boscosas que podrían reforestarse sumando un total de 312.3 ha. Tanto el grado de urbanización como de reforestación están sujetos a la tenencia de la tierra, la demanda de vivienda, acceso al área, tipo de suelo y a la municipalidad, estas variables no fueron incluidas en las aproximaciones.
Tomando en cuenta las áreas de bosque maduro más grandes, se identificaron las áreas de bosque prioritarias para protección, éstas son: el bosque del Cerro El Naranjo, el río Naranjo, el río Molino y el río Guacamaya. Es importante mantener una conexión entre estos parches de bosque que permite un flujo de biodiversidad; para ello es importante reforestar áreas críticas como la parte norte del río Naranjo que aseguran la comunicación de las islas de bosque. RR