Abstract:
A medida que las áreas de vegetación natural en Centroamérica están siendo reducidas a remanentes aislados, la importancia de la vegetación modificada por el hombre para la conservación de especies de aves aumentará. El objetivo principal de este estudio fue determinar y comparar las comunidades de aves migratorias y residentes en cuatro hábitats creados o modificados por el hombre, así como evaluar el uso de estos cuatro tipos de hábitat (bosque, pastizal, cerco vivo y bosque ripario) por las especies pertenecientes a estas comunidades.
Dichas comunidades se determinaron mediante la metodología de puntos de conteo. El análisis estadístico consistió en análisis de varianza paramétrico y no paramétrico para detectar diferencias significativas en riqueza de especies, número de individuos y diversidad. Además, se evaluaron las semejanzas entre los diferentes hábitats por medio de análisis de agrupación jerárquica (cluster analysis). Por último, se clasificaron las especies detectadas en cada hábitat por sensitividad, estrato de forrajeo y gremio alimenticio.
En total, se detectaron 217 especies pertenecientes a 44 familias de aves. De éstas, 55 fueron especies migratorias neárticas. Se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el número de especies, número de individuos y diversidad, entre los cuatro diferentes hábitats. El análisis de agrupación jerárquica mostró un alto grado de semejanza entre los hábitats de pastizal, cerco vivo y bosque ripario (en función de presencia y ausencia de especies), pero el bosque maduro mostró poca semejanza con estos tres hábitats. La totalidad de las especies se pudo clasificar en 16 estratos de forrajeo y 15 gremios alimenticios. Los resultados de esta clasificación indican que el bosque maduro muestra un alto grado de especialización en cuanto a gremio alimenticio y estrato de forrajeo (48% de especies sólo utilizan un estrato de forrajeo y fue el único hábitat donde se detectaron todos los gremios alimenticios). Este hábitat es particularmente importante para aquellas especies que forrajean en los estratos inferiores (terrestre, sotobosque) y que son frugívoras, granívoras e insectívoras de hojarasca y de follaje. Muchas de estas especies fueron de alta sensitividad y destacaron las especies del suborden Suboscines (Passeriformes).
Los hábitats de bosque maduro y bosque ripario son los más importantes para la conservación de aves, debido a las siguientes razones: 1) sustentan el mayor número de especies, que a la vez son especies de nicho ecológico restringido (alta riqueza y diversidad); 2) contienen números altos de especies exclusivas a cada hábitat (43 en bosque maduro y 16 en río, i.e., alta singularidad); 3) ambos hábitats sustentan especies migratorias que han presentado declinaciones en sus poblaciones a corto y largo plazo y no se encuentran en los otros dos hábitats. Se considera que el cerco vivo, pastizal y río conforman la misma unidad ecológica, en función de las comunidades de aves que sustentan. RR
