Abstract:
INTRODUCCIÓN. El estudio cuyos resultados se reportan en este informe, se ha ocupado de la división social del trabajo y sus relaciones con el continuum rural-urbano en el altiplano central de Guatemala. A manera de introducción se presentan algunas aclaraciones previas sobre el trabajo, los medios en que se puede realizar, la técnica, el continuum rural urbano, las diferenciaciones sociales de los individuos y la diversidad de trabajos.
A. El trabajo en la vida humana
Coloquialmente se dice que ciertas especies animales sub-humanas son trabajadoras, como las hormigas, las abejas, los castores; y entre los trabajos que se les imputan se incluyen no sólo actividades de subsistencia -búsqueda y obtención de alimentos, construcción de refugios y albergues- sino también almacenamiento de materiales, elaboración de ciertas substancias y cuidado de las crías. Estas acciones animales, se efectúan sobre el ambiente natural, en formas socialmente organizadas, y en ciertos modos que cabría calificar de ingeniosos. Pero aunque son acciones sobre la naturaleza, no conducen a una mayor independencia de la especie con respecto a ella, ni a un dominio sobre ella. Aunque se realicen en modos ingeniosos, el hecho es que no han conducido ni conducen a la creación y evolución de técnicas. Los biólogos y etólogos (Turnbaugh et al, 1993:63-72) explican que todo ello ocurre porque son comportamientos heredados, genéticamente programados, instintivos. Es la naturaleza biológica misma, en acción a través de la especie. Técnicamente, sin embargo, el trabajo es privativo de una especie. La humana, aunque también esté dirigido a satisfacer necesidades y se realice en forma socialmente organizada. Pero se realiza no sólo sobre la naturaleza, sino también sobre otras partes de la realidad humana que no son biológicamente determinados, sino de orden cultural y psicológico. Aun cuando se realiza sobre la naturaleza, no siempre es para transformarla.
Por otra parte, el trabajo sí ha conducido a un mayor grado de independencia del hombre respecto a la naturaleza, o a un mayor dominio sobre ella. También ha conducido a la creación de técnicas -es decir a procedimientos nacidos de la experiencia y confirmados por ella, y a herramientas o utensilios aplicados en estos procedimientos, para obtener ciertos productos o resultados- que luego se transmiten de generación en generación a través de la enseñanza y el aprendizaje. La Antropología explica que no se trata de comportamientos automáticos, instintivos o inevitables, sino de comportamientos culturalmente formulados, controlados y transmitidos. Es la segunda naturaleza del hombre en acción, a través de la cultura (22. cit.: 365-385).
Por otro lado, ciertas clases de acciones humanas responden a un elemento de obligación, que puede ser interno -como la vocación y el ideal- o externo -como la necesidad, la presión moral (social) o la coerción física-, en tanto que otras carecen de tal elemento de obligación y en ese sentido son libres. El trabajo se diferencia de otras acciones humanas, por responder a ese elemento de obligación (Friedman, 1978:26: Braude, 1978:21-24). Las máquinas y los animales, por lo tanto, estrictamente hablando no trabajan, aun cuando forman parte del trabajo humano.
Puesto que el hombre selecciona ciertos recursos naturales en tanto que desecha otros, y concibe y utiliza ciertos procedimientos y técnicas dejando de lado otras posibles, debe concluirse que el elemento obligatorio incluido en el trabajo, se refiere no sólo al imperativo de satisfacer una necesidad, sino también a tener que tomar decisiones respecto a con qué y cómo satisfacerla, seleccionando entre varias posibilidades. Esto no sólo muestra su condición inacabada en el plano biológico, que debe completarse en el plano cultural, sino también su condición existencial abierta hacia el mundo y el futuro. En este sentido, el hombre ha sido inevitablemente el creador de sus propios géneros de vida, que para Gibert (cit. Friedman, 1978:77) son "conjuntos de armonías mentales, de costumbres, de ritos, de relaciones sociales alrededor de sus 3 actividades y técnicas" pero que indudablemente incluyen también incertidumbres, intranquilidades, contradicciones, tensiones, conflictos,
etc.
B. La naturaleza y la técnica en el trabajo
En referencia a las condiciones en que se realiza el trabajo, debe distinguirse un medio relativamente natural de un medio relativamente técnico. Esta reserva de relatividad es necesaria, pues tratándose de trabajo humano, ninguno está exento de técnica, por rudimentaria que ésta sea, ni totalmente ausente de la naturaleza, por técnico que aquél sea.
Sin embargo, en sus rasgos generales, el trabajo que se realiza en un medio natural es una actividad manual que responde a estímulos provenientes de la naturaleza y se efectúa sobre elementos naturales como la tierra, el agua, las plantas, los animales. Las herramientas utilizadas en este tipo de trabajo son prolongaciones del cuerpo humano y la energía muscular humana es la principal fuente para la actividad. Este medio, que es el original del hombre a lo largo de todo el paleolítico, perdura aúnen sociedades primitivas contemporáneas. También perdura en sociedades complejas actuales, que tienen sectores con técnicas modernas (occidentales) tanto en áreas urbanas como rurales, y sectores con técnicas tradicionales, pre-maquinistas. En contraste, en los medios relativamente técnicos el trabajo no es única ni principalmente manual. No se realiza solamente en respuesta a estímulos provenientes de la naturaleza, sino también provenientes de la sociedad y la cultura. Tampoco se realiza necesariamente sobre los elementos naturales, y aun cuando se realiza sobre ellos, se utilizan máquinas que no son -como las herramientas- meras extensiones del cuerpo humano, ni es la fuerza muscular humana la principal fuente de energía (Friedman, 1978).
Tal concepción de la técnica no deja de presentar dificultades, pues la hace ser el factor definitorio de un medio con características opuestas a las de un medio natural. Porque para la Sociología del Trabajo, la 4 técnica está constituida por el conjunto de procedimientos e instrumentos que el hombre aplica cuando realiza el trabajo en cualquier medio. Este sentido amplio, permite aplicar el término aún al 'trabajo' de los australopitécidos, pues, sin fabricar todavía herramientas, ya utilizaban instrumentos y obtenían resultados a través de procedimientos indudablemente estereotipados. Con mayor certidumbre, permite aplicarlo al trabajo realizado por los pitecanthropus, el homo faber, y de éstos en adelante. Desde luego, los contemporáneos primitivos, y los recolectores, cazadores y agricultores tradicionales de sociedades complejas, son también técnicos en ese sentido. Y gracias a esta acepción, es que supra pudo afirmarse que ningún trabajo humano está exento de técnica, por rudimentaria que ésta sea. De modo que para oponer un medio técnico a un medio natural, se ha tenido que introducir, en forma probablemente inadvertida, una acepción más particular del término 'técnica'.
Necesariamente, esta acepción de la técnica no comprende todos los instrumentos y procedimientos creados por el hombre para realizar trabajo, sino aquellos que en algún sentido están menos ligados a la naturaleza. Se refiere a instrumentos que no son una mera extensión de las manos, pues no dependen de la energía muscular del hombre, y a procedimientos que no se proponen arrancarle algo a la naturaleza para satisfacción de necesidades primarias como la alimentación, el albergue, el vestido. Aquí es posible postular una fase de transición, pues la utilización de la fuerza animal es un despegue respecto a la fuerza muscular humana pero no una total liberación respecto a la energía muscular. Han sido las llamadas 'máquinas industriales' las que han aprovechado otras fuerzas de la naturaleza, como el viento, las corrientes de agua, la fuerza de gravedad, el vapor de agua, la electricidad, los combustibles hidrocarburos y últimamente, las energías solar y atómica.
Probablemente esta diferencia de significados en el término
'técnica', ha conducido al uso del término tecnología para denominar a los instrumentos, máquinas y procedimientos que dependen de energías no musculares. Esto introduce alguna confusión en el uso del término, pues por su etimología, en la Sociología del Trabajo dicho término designa el estudio de las técnicas y no a las técnicas mismas.
Sin perjuicio de su utilidad en otros sentidos, debe indicarse aquí, que como ocurre con otros esquemas dicotómicos (gemeinschaft/gesellchaft, sagrado/secular, tradicional/moderno), la oposición medio natural/medio técnico implica el riesgo de ser aplicada en forma evolutiva, lineal y unidireccional. Para prevenir este error, los medios en que se efectúa el trabajo y sus correspondientes géneros de vida deben ser utilizados como tipos polares, en el sentido weberiano (McKeney. 1968). Las sociedades concretas, de hecho raras veces exhiben todas las características de cada tipo. Más bien ocupan posiciones o estadios intermedios entre ambos polos, aproximándose a uno o al otro. Sin embargo, estos tipos y el continuum naturaleza-técnica, son una coordenada necesaria para el estudio del trabajo.
C. Clases de trabajo
Sin perjuicio de lo anterior, se necesita también una clasificación, siquiera provisional de los trabajos mismos, además de la determinación de los medios donde éste se realiza. Desde la década de 1930-40, Fisher
(1955) y Clark (1940) propusieron la siguiente clasificación de trabajos:
1. Trabajos del sector primario, entre los cuales se incluyen la agricultura, la pesca, la caza y la silvicultura.
2. Trabajos del sector secundario, incluyendo las industrias extractivas y de transformación, construcción, obras públicas y sector agua-gas-electricidad.
3. Trabajos del sector terciario, que incluyen los servicios de distribución como el transporte y el comercio, la administración pública y toda actividad cuyo resultado no es un producto físico.
Además de su obvia utilidad taxonómica, la propuesta de Fisher y
Clark ha sido utilizada como esquema diacrónico del desarrollo económico y como sistema comparativo de economías nacionales y regionales. Para ellos la fase económica inicial está dominada por las actividades del sector primario. El desarrollo implica una disminución de la importancia del sector primario, al mismo tiempo que aumenta la importancia del sector secundario; luego éste se estanca y finalmente, ocurre una rápida expansión del sector terciario. Que el esquema propone una evolución, no cabe duda, pero no podría decirse que es unilineal. Uno de los problemas que los autores reconocen es que muchas sociedades en vías de desarrollo están adquiriendo características de la tercera etapa, sin haber adquirido las de la segunda. De modo que, en términos generales, el esquema es útil para ubicar trabajos particulares y para entrever sus relaciones con los otros.
D. Los niveles de rural-urbanidad y el trabajo
El esquema de Fisher y Clark, implica una secuencia o continuum
rural-urbano? La mayoría de trabajos realizados en las comunidades rurales corresponden al sector primario, aunque también hay algunos de los sectores secundario y terciario. Complementariamente, en las comunidades urbanas por excelencia, las ciudades, predominan los trabajos correspondientes a los sectores secundario y terciario. El hecho de que en las ciudades de los países en vías de desarrollo los trabajos predominantes correspondan al sector terciario, sin una etapa intermedia de predominancia de los trabajos del sector secundario, ha sido considerado una anomalía en relación con el esquema de Fisher y Clark. No sólo los economistas, sino los antropólogos y los sociólogos, han utilizado para el estudio del trabajo otra coordenada: el continuum rural-urbano (Redfield, 1971: Pi-Sunyer & Salzmann, 1978).
Tal continuum se refiere a los procesos de urbanización; al hecho de que el hombre, nómada durante todo el paleolítico, con la domesticación de animales y plantas pudo convertirse en sedentario; y al hecho de que surgieron aldeas, algunas de las cuales evolucionaron a pueblos más grandes y a ciudades, hasta llegarse a las megápolis clásicas del Antiguo y del Nuevo Mundo (Palma, 1993a, 1993b, 1993c). El campo, primera experiencia humana, pasó a convertirse en el área rural de las sociedades complejas, donde se continúa practicando la recolección, la cacería, la pesca, la agricultura y la forestería -los trabajos del sector primario pero se practican también algunos trabajos del sector secundario, como la minería y la construcción, y algunos del sector terciario, como el comercio y el transporte. No obstante, un vistazo a la vida de la ciudad permite confirmar que están ausentes en ella los trabajos del sector primario; los trabajos realizados en ella corresponden a los sectores secundario y terciario.
E. Las diferencias humanas y la diversidad de trabajos
Toda cultura reconoce, establece y formula diferencias de naturaleza biológica y sociocultural entre los sexos, entre las posiciones dentro de la familia, entre las edades individuales y entre las posiciones en la comunidad o sociedad. Estas diferencias aparecen, a lo largo de la historia de la humanidad, estrechamente relacionadas, de manera compleja, con diferencias en los trabajos que desempeñan los miembros de las familias y de la comunidad. La complejidad indicada se manifiesta en que el esquema de diferencias varía en el tiempo y en el espacio, de cultura a cultura, en lo que respecta a:
- las diferencias biológicas y socioculturales entre los miembros de la familia y la comunidad;
- las diferencias entre los trabajos; y,
- la relación entre ambas.
Tanto dentro de la Sociología como dentro de la Antropología y aún en la Economía, esta interrelación ha sido denominada división social del trabajo. Como puede apreciarse en el capítulo siguiente, no obstante constituir un asunto de fundamental importancia científica y social, este tema no ha sido objeto de estudios específicos en Guatemala.
Particularmente, se carece de estudios comparativos que verifiquen la relación entre la diversificación de los tipos de trabajos y la complejidad reciente de su distribución entre miembros de la familia según el nivel de rural-urbanidad de la comunidad donde viven. El altiplano central de Guatemala, como se verá en los siguientes capítulos, ofrece condiciones apropiadas para realizar estudios antropológicos y sociológicos de la división social del trabajo.
El presente informe ofrece los resultados del estudio realizado, como una modesta contribución a la investigación, el conocimiento y la comprensión de los aspectos antropológicos y sociológicos de la división social del trabajo, experiencia humana por demás vital y ubícuita. De conformidad con las normas de la Universidad del Valle de Guatemala, en los capítulos siguientes se ofrecen los resultados de la revisión literaria y la fundamentación teórica del estudio (Cap.II), una breve noticia metodológica (Cap.III), una sucinta descripción de los lugares del estudio y de las clases de trabajo que se realizan en ellos (Cap. IV); la división social del trabajo en los municipios de Santa Cruz Balanyá (Cap.V), Tecpán (Cap. VI) y Chimaltenango (Cap. VII). Las continuidades y discontinuidades horizontales y verticales en la división social del trabajo (Cap. VIII) y un epílogo con conclusiones (Cap. IX). Al final, se agregan los datos de la bibliografía utilizada (Cap. X) y los apéndices documentales: A. Instrumentos; B. Cuadros de Datos sobre la división del trabajo en cada comunidad; y C. Glosario. Se han intercalado, en los lugares apropiados, mapas de los lugares del estudio. Además del índice general de contenidos, se ha agregado un listado de mapas. RR