Abstract:
INTRODUCCIÓN. Las marcadas tendencias a la apertura internacional del comercio ha situado en primera línea de importancia para la supervivencia empresarial, a la competitividad comercial, junto a la capacidad financiera. El correcto desarrollo de las funciones empresariales que posibilitan mantener altos grados de competitividad y solvencia financiera, puede ser alterado por un universo de riesgos que amenazan a la empresa. Esta razón, fundamentalmente económica-financiera, y otras de carácter legal, social y técnico, obligan a la integración de la Salud Ocupacional como un elemento más de cualquier proyecto u operación, superando aquellos planteamientos desfasados que la consideran como una función ajena que se debe añadir por imposición legal de la empresa.
El medio en el que se desenvuelve la vida de la empresa está inmenso en una diversidad de riesgos que pueden impedir que se alcancen los objetivos fijados. Los riesgos que actualmente enfrentan las empresas se pueden dividir en dos grupos: riesgos de gestión empresarial (especulativos) y los riesgos accidentados o puros (siempre que se materializan originan pérdidas). Identificadas a estas dos clases de riesgos se puede ver que una empresa al igual que se dispone de técnicas y medios que analizan y actúan en funciones vitales de la gestión empresarial: producción, investigación, inversiones, ventas para garantizar el éxito, también necesita y debe contar con un sistema que atienda y mantenga un control razonable de los riesgos puros y contribuya a garantizar la consecución de los objetivos empresariales.
El sistema de control de riesgos puros está formado por principios, actuaciones y medios que vendrán definidos en un programa de Salud Ocupacional, adaptado a las características particulares de la empresa y con el objetivo de contribuir positivamente a la mejora de los rendimientos industriales, el ambiente laboral y el entorno ecológico. El programa debe estar definido con precisión, integrado con los componentes de la empresa y dotado de los recursos necesarios.
Es muy importante que el Programa de Salud Ocupacional esté liderado por la dirección general de la empresa y aplicado desde una óptica positiva, que forme parte de la estrategia corporativa y que contribuya al logro de los objetivos fundamentales, como lo son la calidad, la productividad y el buen clima laboral.
La industria guatemalteca en general presenta una gran diferencia en cuanto a Salud Ocupacional se refiere, posiblemente por falta de información o tal vez por falta de reglamentación y personal especializado en esta materia.
Por tal razón surge el interés por realizar este trabajo, ya que la elaboración de esta guía tiene como objetivo, contribuir y ayudar a todas aquellas empresas que necesiten o estén interesadas en implementar un programa de Salud Ocupacional y que por cualquier razón no tengan conocimientos ni acceso a información sobre este tema, o que simplemente consideren que implementar un programa de este tipo es una tarea muy complicada. La guía se pretende desarrollar reunirá todos los requisitos y principios modernos que se ajusten y apliquen a las condiciones y necesidades de la industria guatemalteca actual.
En todos los complejos ambientes laborales de las industrias de hoy, la Salud Ocupacional se ha convertido en un factor de vital importancia, tanto para el empleado como para el patrono. Por tal razón, la implementación de un programa de Salud Ocupacional debe considerarse una tarea delicada, minuciosa y sumamente importante para todas las personas que conforman una empresa.
La Salud Ocupacional indudablemente contribuye al aumento de la productividad, eliminando condiciones peligrosas que pueden constituir causa directa de accidentes y enfermedades profesionales.
Es importante tener claro que los accidentes limitan la eficiencia y la productividad, y que un programa de Salud Ocupacional bien estructurado, correctamente dirigido e implementado en forma adecuada, representa una herramienta poderosísima para elevar el nivel de productividad de cualquier empresa.