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Las instituciones educativas son un ambiente de aprendizaje y socialización, aunque
estas también deben ser medios para la construcción de la identidad individual y colectiva, representando así un medio para alcanzar el desarrollo integral de cada estudiante. De esta forma se prepara a los estudiantes por medio de la configuración de un ambiente en el cual se crea una sociedad justa para generar un impacto a nivel social, evocando los valores sociales principales para la mejora de la sociedad. Por esto mismo, es necesario apostar por crear convivencia escolar dentro de las instituciones, promover las competencias y capacidades sociales, socioemocionales e interpersonales para alcanzar el desarrollo integral. El acoso escolar es una problemática que evita una plena convivencia escolar, creando un ambiente hostil, contraproducente y limitador del desarrollo en lo que respecta a las competencias sociales. En el mundo, el acoso escolar ha sido estudiado desde principios de los años 60´s, sin embargo, en Guatemala continúa siendo escasamente estudiado, generando limitadas herramientas para su identificación, abordaje y prevención.
Por esto mismo, esta investigación aporta nueva evidencia al campo de investigación del
acoso escolar en Guatemala. Su objetivo principal fue explorar el efecto de una intervención para la convivencia escolar sobre los índices de acoso escolar en función del
sexo y grado académico. La muestra de participantes fue de 67 estudiantes; 27 hombres y 40 mujeres entre 13 y 17 años de edad, distribuidos en los niveles educativos de primero, segundo y tercero básico. La evaluación se llevó a cabo con el instrumento Autotest Cisneros de Acoso Escolar (Piñuel y Oñate, 2005) utilizado en dos momentos de medida (marzo y agosto, 2017). Se obtuvieron resultados de los índices principales de la escala: Índice Global de Acoso e Índice de Intensidad de Acoso. Los resultados revelaron que no se comprueba un efecto principal debido al momento de medida, así como en función de la interacción entre sexo y grado. Sin embargo, sí se evidenció una diferencia significativa entre la percepción del acoso escolar y su intensidad entre primero y tercero básico en ambas escalas. Evidenciando que la percepción e intensidad del acoso escolar es mayor a inicios de la secundaria. Se observaron tendencias que indican que el sexo masculino reporta mayor intensidad en las conductas de acoso respecto al sexo femenino en tercero básico, mientras que las mujeres reportaron mayores conductas de acoso en segundo básico respecto al sexo masculino. De esta forma se aporta información novedosa sobre el rol que implican las variables sexo y grado, en el fenómeno de la percepción e intensidad del acoso escolar, se ha puesto a prueba el efecto de una intervención psicoeducativa breve sobre las conductas del acoso escolar. Con la finalidad de continuar y profundizar en las investigaciones para intervenir de una manera efectiva y promover una cultura de prevención. |
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