Juan Bautista Alvarez de Toledo (1655-1725) obispo de Chiapas y Guatemala.

Abstract

INTRODUCCIÓN. En la historia de Guatemala hay personajes importantes que han sido poco estudiados, uno de ellos es Juan Bautista Alvarez de Toledo. El propósito de esta tesis es conocer mejor la vida y la actuación de este personaje, primer criollo guatemalteco que fue Obispo de la diócesis de Guatemala. Contiene los datos que se han podido encontrar sobre la infancia, estudios y ordenación de Alvarez de Toledo, así como su participación como miembro prominente de la Orden de Frailes Menores (franciscana), su llegada a los obispados de Chiapas y Guatemala, y su frustrado ascenso al obispado de Guadalajara. Se narran también los grandes problemas y conflictos que encontró en el desarrollo de sus obligaciones: la sublevación de los tzendales en Chiapas, los terremotos de San Miguel en Santiago de Guatemala, sus polémicas con el Presidente Francisco Rodríguez de Rivas, y finalmente, su muerte y los problemas que surgieron tras ella. Hasta este momento no se ha escrito una biografía completa del Obispo Alvarez de Toledo, solamente un esbozo biográfico y algunas referencias en los libros que tratan la historia de la Iglesia en Guatemala y de los momentos conflictivos que le tocó vivir. Este estudio es el resultado de investigaciones realizadas en el Archivo General de Centro América, en el Archivo Histórico Arquidiocesano Francisco de Paula García Peláez y en las bibliotecas de la Universidad del Valle de Guatemala, de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala y del Colegio Valle Verde. Aparte de los documentos consultados, son muy interesantes y contrastantes las opiniones que del Obispo Alvarez de Toledo tuvieron dos de los grandes cronistas de principios del siglo XVIII: fray Francisco Ximénez, dominico, y fray Francisco Vásquez, franciscano. El primero lo conoció bastante y tuvo una mala opinión de él; el segundo terminó de escribir su obra en el momento en que Alvarez de Toledo fue nombrado Obispo de Guatemala, así que no se refirió más que a los cargos que ejerció en la jerarquía franciscana, pero aprovechó la ocasión para dedicarle su obra. En las obras impresas se encontraron opiniones antagónicas. Unos, como Ximénez, lo critican duramente refiriéndose a su codicia, vanidad y su deseo de poder, tanto espiritual como político; otros como Vásquez, exaltan sus valores morales y caritativos. En los documentos de archivo la información se refiere a la obra material, espiritual y obras pías y no a características de su personalidad. En algunos documentos, como sus nombramientos y cartas del Rey, se le trata como a una persona con grandes dotes. Otros documentos, como los de sus espolias, lo presentan como vanidoso y poco escrupuloso. Comentarios posteriores a su época lo muestran conflictivo, "ambicioso y dinámico, de indiscutible talento" (Martínez Peláez, 1977:15). Este mismo autor enumera sus obras materiales y en alivio de los necesitados, y no encuentra contradicción en que, al mismo tiempo fuera "un monstruo de codicia" al explotar a los indígenas (Martínez Peláez, 1977:16), pues esto caracterizaba a la época y la situación. Por supuesto, este estudio sobre Juan Bautista Alvarez de Toledo no pretende decir la última palabra: queda para el futuro ahondar más en los documentos de la Iglesia que no están accesibles en este momento y en el Archivo de Indias para lograr descubrir, en su totalidad, la personalidad del controversial Obispo. RR