Abstract:
Introducción: El inadecuado conocimiento sobre la sexualidad y de conductas
sexuales seguras constituye un riesgo para adquirir enfermedades de transmisión sexual
cuyas prevalencias han sido considerables en los escasos estudios realizados en Haití. Sin
embargo, muy pocos de estos estudios han incluidos a adolescentes escolares. El objetivo
de esta encuesta fue evaluar los conocimientos, actitudes, prácticas y conductas sexuales
de riesgo así como estimar prevalencia sindrómica actual de las ETS autodeclarada en
poblaciones adolescentes escolares.
Métodos: Encuesta transversal realizada entre marzo-mayo 2013. Fue usado
muestreo probabilístico por conglomerados, con selección aleatoria de 30 escuelas, con
tres clases por escuela y ocho adolescentes estudiantes de 14 a 19 años de escuelas
secundarias del municipio de Delmas por clase. Fue administrado cuestionario
estructurado, recolectando datos analizado en EpiInfo 3.5.3. Calculando promedios,
frecuencias, intervalos de confianza de 95% (IC95%), Chi2, ORP y valor p (<0,05
estadísticamente significativa).
Resultados: Se encuestó a 553 estudiantes, de los cuales 64% eran femeninos. La
mayor proporción de participantes fue del grupo de 18-19 años (48%); el promedio de
edad fue 17.19 ± 1.5. El 98% de los estudiantes habían escuchado hablar de las ETS
alguna vez en su vida, el 43% información suministrada por amigos y 31% por
profesores, con diferencia significativa según grupos de edad y grados escolares (p<0,05).
En general, tenían conocimiento adecuado y actitud positiva acerca de las ETS, a saber:
se transmiten por relaciones desprotegidas: 93%, (IC95%: 90,8-95,0); se previenen por
uso consistente de condón: 89%, (IC95%: 86,4-91,5) y por fidelidad entre pareja: 70%,
(IC95%:65,7-73,4);visitar al médico por ETS: 88%, (IC95%:84,8-90,4); informar a la
pareja sexual: 71%, (IC95%:66,1-74,5). Sin embargo, el 15%, (IC95%: 12,1-18,0)
pensaban que las ETS se transmiten “por sentarse sobre piedras calientes” y el 15%,
(IC95%: 12,9-19,0) creían que el “uso de mosquitero previene contra las ETS”. El
322(60%) había tenido la primera relación sexual, a una edad promedio de 12,7 y 16,0
años en hombres y mujeres respectivamente. Conductas sexuales de riesgo al menos una
vez, se observaron en 204 (63,5%) de los cuales 74,7% eran hombres (ORP: 2,58;
IC95%:1,61-4,15). Con una prevalencia total de 27%, las mujeres habían tenido mayor
proporción de ETS (46%) en comparación con los hombres (6%); (ORP: 0,077;
IC95%:0,03-0,16).
Conclusiones: Los adolescentes escolares tenían nivel de conocimiento y actitud
aceptable frente a las ETS. Sin embargo, adoptan conductas sexuales de riesgo e iniciaron
sus relaciones sexuales muy temprano. La prevalencia de ETS es mayor en mujeres que la
reportada en hombres. Se recomienda mayor orientación de los padres sobre
conocimientos y conductas sexuales y desde el colegio, promover programas de
educación e intervenciones para aclarar ideas falsas, mejorar sus actitudes y evitarles
conductas sexuales de riesgo. Como limitantes mayores, hubo poca representatividad de
los hombres y no se realizaron exámenes de laboratorio para determinar las ETS
auto-reportadas. Debe realizarse encuesta complementaria para establecer conocimiento
sobre signos y síntomas y determinar tipos de ETS por laboratorio, teniendo en cuenta
una muestra estratificada por sexo y por tipos de escuelas. RR