Abstract:
Esta investigación buscó encontrar las diversas interpretaciones iconológicas posibles derivadas del análisis de 16 vasijas del período Clásico maya (300 – 900 d.C.) especialmente del período Clásico Tardío (600 – 900 d.C.). Estas vasijas tuvieron en común el poseer representaciones de conejos en, al menos, dos aspectos: el conejo como un animal, y el conejo como deidad o cercano a las deidades y/o seres humanos. Por ello en esta investigación se les denominó a las representaciones como naturalistas o como socialmente contextualizadas. De ambas interpretaciones se obtuvieron una variedad de interpretaciones, algunas de suma importancia para entender el contexto social del período Clásico Tardío.
El método iconológico de Erwin Panofsky sirvió como guía principal para la estructuración de esta tesis. Sin embargo el marco teórico contó con una tendencia fuertemente historicista y contextualista encabezada por los trabajos de Serge Gruzinski, Michel Foucault y Theodor Adorno, así como el mismo Panofsky. Del mismo modo la división básica de las representaciones del conejo fue inspirada en los binarismos mentales trabajados por Claude Levi-Strauss. Como tercer plano teórico se utilizó lo conocido hasta ahora de la epistemología indígena mesoamericana, especialmente la referida al área maya. Así, la investigación buscó la relación entre el arte y sus posibles discursos y el objeto de estudio fueron las representaciones del conejo en las vasijas antes mencionadas. Las fuentes para sustentar las interpretaciones producto de la investigación fueron tanto documentales como etnográficas, y abarcan el área mesoamericana desde el período Clásico hasta la actualidad, incluyendo entrevistas y pláticas formales con algunos maya-hablantes, realizadas por el autor.
Las distintas interpretaciones mostraron los distintos aspectos en los que el conejo fue representado en el área maya. La relación de algunas representaciones con eventos políticos del Clásico Tardío en el sitio de Naranjo, Petén, Guatemala, así como la relación con las cortes mayas clásicas y las reglas sociales de la época mostraron un conejo más cercano a los momentos históricos en los cuales se le representaba y su papel como way o representante sobrenatural de dinastías mayas. Otras representaciones lo mostraron como un acompañante de cazadores y no como sujeto de cacería, tal y como también lo confirmó la evidencia arqueozoológica, etnohistórica y etnográfica. Del mismo modo otras representaciones lo relacionaron con la fertilidad, con los eclipses y especialmente con las mujeres embarazadas, creencia que se mantiene hasta la actualidad en el altiplano guatemalteco.
El conejo mostró ser un personaje muy significativo en las creencias de los mayas y mesoamericanos, desde al menos el período Clásico hasta la actualidad. Esta relación implicó ver la relación entre el arte y los discursos de un modo mucho más contextual y específico de lo que generalmente se asume, especialmente porque muchas de estas interpretaciones aplican a contextos específicos. Pareció ser que para los indígenas mesoamericanos no existía contradicción entre las distintas significaciones del conejo como representación visual y oral, cuestión que para los modernos estudios puede llegar a representar problemas epistemológicos, especialmente por la tendencia generalizadora y conceptualizante de la ciencia positiva actual, donde la iconología y la arqueología se encuentran inmersas. El conejo mostró, con su versatilidad interpretativa, un nuevo campo de estudio más enfocado en no buscar las generalidades mesoamericanas – ya conocidas desde varios años atrás – sino las especificidades y variaciones locales. RR