Institutional Repository

Determinación de abate en las aguas del río Pié Cumbre, Fca. Los Andes, Patulul, Suchitepéquez. Proyecto de control del vector de la Oncocercosis CDC/UDV.

Show simple item record

dc.contributor.author Boehm Peter, Dieter
dc.date.accessioned 2017-07-26T17:05:24Z
dc.date.available 2017-07-26T17:05:24Z
dc.date.issued 1980
dc.identifier.uri https://repositorio.uvg.edu.gt/handle/123456789/2632
dc.description Tesis. Licenciatura en Química. Facultad de Ciencias y Humanidades (116 p.) en_US
dc.description.abstract INTRODUCCIÓN. En la finca Los Andes, localizada en las faldas del volcán Atitlán, se ha venido acrecentando una vieja enfermedad desde hace algunos años, enfermedad parecida a la malaria, y la cual es propagada por la larva de la mosca negra (Simulium ochraceum). Esta mosca busca sus criaderos en aguas no estancadas, no violentas, y en lugares un tanto fangosos, principalmente en pequeños riachuelos. Como puede apreciarse, esta mosca tiene su hábitat bien definido, complementado con un determinado clima y una determinada altitud, necesarios para la reproducción de la mosca. En esta finca en especial, todas las condiciones son favorables para su desarrollo. La enfermedad, llamada Oncocercosis, o enfermedad de Robles, nombre debido a su descubridor en Guatemala, data desde tiempos de la colonización española, y se cree que fue introducida a América por los esclavos que fueron traídos desde África para trabajar las fincas de los colonizadores (1). Existe otra teoría que afirma que la enfermedad es nativa de esta región (2). Sin embargo, la enfermedad no fue reconocida sino hasta que en 1915 el Dr. R. Robles realizó varios trabajos, y demostró que la enfermedad estudiada por él era Oncocercosis (1). Más aun, no fue sino hasta en diciembre del año siguiente, 1916, que aparece por primera vez en un órgano informativo la noticia, en primera plana, bajo el titulo Una enfermedad nueva en el continente ha sido diagnosticada en Guatemala', lo cual aparece en el diario La República , el viernes 29 de diciembre de 1916 (1). Al hacerse público el descubrimiento de la Oncocercosis, muchos investigadores empezaron a hacer estudios más específicos, como por ejemplo, el relacionar la constante ceguera en los casos con lesiones cutáneas, y fue el Dr. Pacheco Luna uno de los primeros en el mundo en hacer un estudio de este tipo (1). Las manifestaciones clínicas, desde el punto de vista epidemiológico, presentan cuadros clínicos que pueden ser, según el Dr. Carlos E. Sandoval et al. (1) : 1) Personas con manifestaciones sintomáticas, y 2) formas inaparentes o asintomáticas. Dentro de las primeras se pueden considerar : a) personas que manifiestan sólo nódulos, b) personas con lesiones oculares, c) personas con lesiones de la piel, d) personas que presentan dos o más manifestaciones, y e) personas que presentan microfilarias en la piel. Entre estas manifestaciones, los nódulos y la microfilaria constituyen la más temprana y más frecuente. Los nódulos, al principio, son pequeños, de localización variable, encontrándose en un porcentaje en la parte craneana de 60 - 75 % (1). Se han realizado varias encuestas (1) cuyos datos han servido para darle la importancia socioeconómica necesaria a esta enfermedad. Existen lugares donde la infección alcanza un 99 % de la población adulta, y en ciertos lugares las complicaciones llegan a un 50 % de las personas atacadas. Claro está que estas personas afectadas no pueden rendir de igual forma que una persona sana. Y esto repercute en la economía del pais, ya que las áreas afectadas son las zonas agrícolas más ricas de Guatemala (1). También impide la migración de trabajadores del altiplano hacia las tierras bajas, un hecho muy común en Guatemala, por miedo de resultar infectados. Del total de los departamentos de la república, solamente en ocho de ellos se ha encontrado hasta ahora la enfermedad (1), y son : Guatemala, Suchitepéquez, Sololá, Escuintla, Chimaltenango, Santa Rosa, Huehuetenango, y Jutiapa. Sin embargo, esto no implica que todo el departamento esté afectado por igual, ya que en algunos casos son muy pocos los individuos encontrados con la enfermedad. Actualmente se encuentra en Guatemala un grupo de técnicos y científicos del Centro para el Control de Enfermedades, Salud Pública de E.E.U.U. (Center for Disease Control (CDC)), de Atlanta, Georgia, quienes conjuntamente con la Universidad del Valle de Guatemala (UDV), y el Servicio Nacional para la Erradicación de la Malaria (SNEM), están llevando a cabo varios estudios sobre la factibilidad de erradicación o control de esta enfermedad. Para ello se tiene en mente realizar varios proyectos diferentes. El proyecto que aquí nos concierne consiste en agregar un pesticida selectivo en los riachuelos con criaderos, y por medio del insecticida combatir las larvas, para evitar la propagación de la enfermedad. Para este efecto se ha pensado en un pesticida en especial, un organofosforado, de nombre comercial Abate, 0,0,0,0 - tetrametil 0,0 - tiodip- fenilenofosfotioato, (American Cyanamid Co.), que en concentraciones de 1 ppm en el agua resulta relativamente no tóxico para el humano, así como para muestras especies (3)- y sumamente letal para las larvas. Debido a que no solamente se trata de erradicar la mosca, sino que también preservar la fauna en los riachuelos, es necesario hacer pruebas con diferentes formulaciones y concentraciones del mismo. Esto implica un control analítico del trabajo, con el fin de matar las larvas, conservando a la vez la demás fauna. en_US
dc.language.iso es en_US
dc.publisher Universidad del Valle de Guatemala en_US
dc.subject Oncocercosis en_US
dc.subject Medicina tropical en_US
dc.subject Insecticidas en_US
dc.title Determinación de abate en las aguas del río Pié Cumbre, Fca. Los Andes, Patulul, Suchitepéquez. Proyecto de control del vector de la Oncocercosis CDC/UDV. en_US
dc.type Thesis en_US


Files in this item

This item appears in the following Collection(s)

Show simple item record