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INTRODUCCIÓN. El efecto de la música es mucho más poderoso e insinuante que el de las
otras artes, ya que éstas nos dan apenas el reflejo, mientras que aquella
expresa la esencia
Schopenhauer
Guatemala posee una lista de compositores de música vocal, que si bien no es
muy extensa ni del todo sobresaliente en comparación con la de otros países más grandes
de Latinoamérica, es un reflejo de los esfuerzos de creación artística, elemento que ha
sido la única constante hasta nuestra época. Desde los primeros villancicos del siglo XVI
y XVII de compositores como Tomás Pascual, primer compositor registrado como nacido
en América, pasando por compositores del siglo XVIII como Rafael Antonio Castellanos,
maestro del villancico, llegando a la época del furor por la ópera y su cultivo por parte de
músicos y compositores del siglo XIX como Benedicto Sáenz, hasta llegar a
compositores contemporáneos como Jorge Sarmientos y Joaquín Orellana, por citar dos
de los más conocidos. Todos y muchos más, han puesto de su parte para mantener cierta
unidad, como una cadena de oro, frágil y costosa.
Los intérpretes por su parte, han hecho lo propio en el cultivo del Bel Canto, sin
contarse ninguna escuela perdurable hasta nuestros días.
A principios del siglo XX, como rezagos del furor operático de años anteriores,
llegaron a Guatemala algunas compañías internacionales de ópera, con cantantes de muy
alto nivel. Tanto así que la gran soprano coloratura Amelita Galli-Curci, fue contratada en Guatemala por personeros de la RCA Victor, para grabar discos al lado de otros
grandes cantantes de ópera como Caruso, Schipa y De Luca, por citar un ejemplo.2
Guatemala por tanto, fue un centro de gusto por el Bel Canto y las artes vocales.
Cuando empecé a buscar un tema para realizar el Trabajo de Graduación en
Música, inicié por buscar nombres de músicos guatemaltecos que destacaron en su época
y que a la vez, estuvieron relacionados con el canto, principalmente con el Bel Canto.
Indagando, me incliné primeramente a estudiar la música y la vida del maestro Miguel
Sandoval, quien promovió mucho la ópera en Guatemala y era además un buen
compositor y arreglista de canciones. Al profundizar más acerca de él, surgió,
paralelamente, otro nombre: Salvador Ley. Los músicos que fueron sus alumnos y que
trabajaron con él, lo recuerdan con cariño, como una persona que se entregaba por entero
a la música y que siempre buscó lograr un alto nivel musical en todo lo que realizaba.
Investigando un poco más, me decidí por estudiar sobre el maestro Ley, músico
que puso tantas veces en alto el nombre de Guatemala. Además me enteré que la mayoría
de sus composiciones permanecían manuscritas y muchas de ellas inéditas.
Salvador Ley fue un músico muy relacionado con el Bel Canto. De hecho las
principales menciones de él, las escuché con mi maestro de canto el barítono Luis Girón
May, a quien Salvador acompañó en el piano en distintas ocasiones. Fue así que llegué
con la soprano Bárbara Bickford de Comber, quien trabajó con Salvador y a quien él
regaló sus canciones "Ciclo de Vida". Bárbara me mostró, como una joya valiosa, estas
canciones dedicadas a ella en 1980. También me acerqué al maestro Juan de Dios
Montenegro, quien conserva toda la música, escritos y recuerdos de Salvador Ley. Éstos
iban a ser tirados a la basura, junto con las otras pertenencias de Salvador, cuando, al
morir éste, su esposa Mary, desolada por la pena, decidió salir de Guatemala
precipitadamente y radicarse definitivamente en Estados Unidos. Así, en una vieja valija
y un baúl de madera de pino, encontré parte de la vida documentada de Salvador Ley, sus
más queridos recuerdos y, sobre todo, su música.
Entre cartas de amor dirigidas a su esposa, recortes de periódicos de entrevistas o
presentaciones y cartas de instituciones y amigos, estaban algunos escritos
autobiográficos que me sirvieron como fuente primaria muy valiosa para el presente
trabajo.
La música, arte temporal, no puede existir sin que sea interpretada; para ésto hay
que contar con partituras, para que las composiciones vuelvan al aire y al oído del
público para quien fueron hechas. Al fin y al cabo, no hay verdadera música si no hay
quien la escuche.
Uno de los objetivos de este trabajo, además de dar a conocer la figura de
Salvador Ley como músico y compositor, es el de rescatar y poner a la disposición de los
músicos guatemaltecos y, de quien la requiera, parte de su música. Por ese motivo se
publica una edición de sus canciones "Ciclo de Vida", así como un análisis musical e
interpretación del texto, para ayudar a la mejor interpretación de las mismas.
El presente trabajo presenta una breve biografía de Salvador Ley, especialmente
importante por los años en que éste vivió fuera del país, años de los que se sabía muy
poco de su vida. Además, presenta el análisis musical de las canciones "Ciclo de Vida",
las cuales son, a mi criterio, representativas del estilo compositivo de su obra para canto
y piano, estilo que Salvador mantuvo aún en las composiciones más recientes.
Quiero patentizar mi profundo agradecimiento a la maestra Bárbara Bickford de
Comber por su entusiasmo y ayuda para la realización de este trabajo. También quiero
agradecer al maestro Juan de Dios Montenegro, quien amablemente me dió acceso a toda
la música y escritos de Salvador Ley.
El maestro Montenegro permitió que toda la obra de Salvador Ley fuese copiada
y puesta a disposición de quien la requiriera. Copia de esta música se encuentra ahora en
el archivo del Departamento de Música de la Universidad del Valle de Guatemala. |
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