Abstract:
INTRODUCCIÓN. Hace unos 2,500 años un eminente científico de aquel entonces
escribió a la par que salían a luz los primeros tratados
de medicina en la antigua Grecia, las siguientes palabras,
tan sorprendentemente actuales: "El hombre debería saber que
del cerebro, y no de otro lugar, vienen las alegrías, los placeres,
la risa y la broma, y también las tristezas, la aflicción,
el abatimiento y los lamentos. Y con el mismo órgano, de una manera especial, adquirimos el juicio del saber, la vista
y el oído y sabemos lo que está bien y lo que está mal, lo
que es trampa y lo que es justo, lo que es dulce y lo que es
insípido, algunas de estas cosas las percibimos por costumbre
y otras por su utilidad... Y a través del mismo órgano nos
volvemos locos y deliramos, y el miedo y los terrores nos
asaltan, algunos de noche y otros de día así como los sueños
y los delirios indeseables, las preocupaciones que no tienen
razón de ser, la ignorancia de las circunstancias presentes,
el desasosiego y la torpeza. Todas estas cosas las sufrimos
desde el cerebro." (Hipócrates, "Sobre la Enfermedad Sagrada",
traducido por Francis Adams, Enciclopedia Británica Inc.).
Así pues, como se puede deducir del párrafo anterior la
comprensión del cerebro ha sido desde hace miles de años una
de las mayores ambiciones de la humanidad. En el siglo XX, el
avance tecnológico que lo caracteriza ha unido los esfuerzos de las distintas ramas de la ciencia en un afán por explicar
el funcionamiento cerebral.
El lenguaje matemático ha hecho en el último tiempo una
notable aportación en el campo de la medicina y la fisiología,
pasando para muchos desgraciadamente desapercibida. Su contribución
al objetivo anterior es un pequeño pero ilustrativo
ejemplo del poder de la matemática.
Es así como hoy pretendo mostrar con sencillas ideas sobre
un modelo cerebral lo fácil de la aplicación matemática
en el campo de la medicina, cosa que muchos médicos y biólogos
de la actualidad, y sobre todo del medio nacional, no han
querido aceptar.
Por otro lado, me llenaría de mucha satisfacción si con
esta tesis lograse al mismo tiempo enseñar que la comprensión
de la matemática no está fuera de lo común, sino que está al
alcance de cualquiera que haga un pequeño pero decidido esfuerzo.
Bastará aquí con saber lógica proposicional, cálculo
diferencial e integral y un poco de álgebra lineal para lograr
una buena comprensión.
Antes de finalizar esta introducción, quiero hacer conciencia
de que para una mejor evaluación de la efectividad de
nuestro modelo, es decir, para medir su aproximado apego con
la realidad, debemos echar una pequeña ojeada al conocimiento
que sobre este tema tienen la biología, en especial, la química
y la física, pues de lo contrario estaríamos caminando
sin una meta fija.