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INTRODUCCIÓN. La producción de alimentos para el consumo interno en Guatemala como en épocas anteriores, se llevaba a cabo básicamente en pequeñas parcelas de baja productividad, trabajadas en forma familiar y limitaba su mercado a una región muy estrecha por razones geográficas, vías de comunicación y otras es decir, una agricultura autosuficiente, pero altamente tradicional. La inmensa mayoría de la agricultura para el consumo interno era de carácter local, a excepción de la destinada para la capital y algunos otros centros urbanos, que contaban con un mercado más amplio.
Los principales alimentos agrícolas de consumo popular eran maíz, frijol, trigo, arroz, legumbres, tubérculos y frutas. A medida que hubo un crecimiento poblacional aumentó la producción de alimentos, así como su variedad. Sin embargo, este incremento estuvo condicionado por las necesidades locales, a fin de producir un excedente para regiones más alejadas o con destino a la exportación. Incluso en algunas oportunidades la cantidad producida disminuyó por diversos factores, recurriéndose a la importación de granos básicos para satisfacer la demanda nacional. Además, se cultivaban a pequeña escala otros productos agrícolas que podían variar de una región a otra. El uso de la tierra para la producción de alimentos se limitaba, como ya se mencionó, a pequeñas parcelas, algunas propiedades de quien las sembraba, otras arrendadas y en ciertos casos, como parte del salario que el campesino recibía por trabajar para el terrateniente (J.Luján Muñoz,1980:9-15).
La población dedicada a la agricultura para el consumo interno no era exclusivamente indígena, aunque el grupo étnico la tenía como más característica. Con el incremento poblacional en el altiplano la tierra escaseó a tal punto que se recurrió al uso de tierras ejidales, bosques y laderas de baja productividad, con el consiguiente deterioro del suelo. Asimismo, la carencia de tecnología adecuada, mecanización, rotación de cultivos, selección de semillas y otros aspectos para obtener mejores rendimientos, agravaron la situación del uso y conservación de la tierra.
A pesar de que en diferentes épocas se tomaron algunas medidas para incrementar la producción de alimentos, éstas no fueron suficientes, ya que únicamente se limitaban a buscar soluciones momentáneas para satisfacer la demanda de alimentos, sin tratar a fondo el problema del uso y tenencia de la tierra, la mejor utilización de los recursos del país y, en resumen, se carecía de una política integral en este sentido.
El análisis de la agricultura para el consumo interno en este período, se basa en los Informes Presidenciales, las Memorias de los Ministerios de Fomento y de Agricultura. Para los primeros años, se tuvo dificultad en la obtención de datos y cifras, y las fuentes consultadas resultaron insuficientes y escasas, de tal manera que la interpretación se hizo en forma general. RR |
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