Publicación: Correlación entre acontecimientos vitales adversos y la prevalencia del trastorno depresivo, en una población de la tercera edad.
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Resumen
La mayoría de personas de la tercera edad podrían seguir contribuyendo mucho a sus familias y comunidades, disfrutando la vida. Resultan ser personas excepcionales porque se oponen al estereotipo que los limita. Las reglas y las leyes impuestas, tanto por las mismas personas como por la sociedad, están en contra de que se goce de la vida a esa edad y terminan por sentirse aislados, débiles, rechazados e inútiles. Sin embargo, se conocen muchos casos de personas mayores de sesenta años que continúan desarrollándose y tienen expectativas como lo hacen personas de cualquiera de las otras edades. El propósito de este estudio es conocer el trastorno depresivo en un grupo de trabajadores jubilados en Guatemala y su correlación con los acontecimientos vitales adversos. Se plantearon cinco preguntas que conforman la hipótesis, a saber: ¿Cuál es el nivel de prevalencia de la depresión? ¿Cuál es su severidad? ¿Cuál es la diferencia entre hombres y mujeres? ¿Aumenta la tasa de depresión con los años de jubilación? ¿Se asocia la depresión a los acontecimientos vitales adversos?. La vejez en su mayoría puede ser un período largo de vitalidad y contribución a la sociedad, por eso estudiamos los diferentes factores que influyen para que una persona de tercera edad se deprima como lo son: la salud, el uso de medicamentos, estado económico, la falta de trabajo, el uso de alcohol, la diferencia de sexos para afrontar la vejez y la jubilación, la ansiedad de separación de sus seres queridos y la soledad También debe tomarse en cuenta que la falta de reforzadores y contingencias como ingresos monetarios, trabajo, reconocimiento social y buena salud figuran en la salud mental de la persona. Resulta penoso y preocupante que en nuestro país se subestime este grupo social cuando en algunos países industrializados consideran a los jubilados como personas que se encuentran en la cumbre de la vida, y que son personas expertas y sabias que utilizan bien su tiempo y que son líderes ideales. Como parte de la metodología se usaron los inventarios más reconocidos a nivel latinoamericano y americano como lo son el Inventario de Depresión de Beck (BDI en su siglas en inglés) y Yesavage y Colaboradores o Inventario de Depresión Geriátrica (GDS, en sus siglas en inglés). Además se creó un cuestionario al que se le denominó "Autorreporte Munsell", que viene a ser un aporte al estudio gerontológico, por parte de la autora de este estudio. A través del presente trabajo se espera que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, específicamente el área de Centro de Atención Médica Integral para Pensionados CAMIP -, de la atención necesaria para prevenir y atender la depresión en la población que atiende y asimismo que tenga la capacidad para medir la prevalencia dentro de la misma.
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