Publicación: El síndrome del niño maltratado.
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Resumen
La investigación científica sobre el síndrome del niño maltratado es relativamente nueva. En estos últimos veinte años aproximadamente, sociólogos, psicólogos y trabajadores sociales han observado los múltiples factores etiológicos del maltrato infantil. Una variedad de modelos alternativos han sido propuestos. El maltrato infantil según Belsky (1980) está determinado por fuerzas que actúan en el individuo, en su familia, en su comunidad y cultura; estos múltiples determinantes están ecológicamente entrelazados uno con otro. De acuerdo con muchos investigadores, es posible describir muchas características de los padres abusadores, sin embargo no existe un estereotipe, ya que los padres no se adecuan a un patrón psicológico simple que pueda ser dado por un diagnóstico psiquiátrico. La característica más prominente y consistente de la historia del maltrato infantil, es la repetición, de una generación a otra. Niños que fueron abusados pueden llegar a ser en la etapa adulta, padres potencialmente abusadores. Se ha enfatizado que las enfermedades durante el embarazo, una prolongación y dificultad en el trabajo de parto, malformaciones congénitas, lesiones en el nacimiento, premadurez, la apariencia y sexo del niño están asociados con el aumento potencial del maltrato. Además está más apto a ocurrir cuando existe una crisis. Kempe (1978) clasifica el síndrome del niño maltratado en cuatro categorías: violencia física, negligencia física y emocional, abuso emocional y abuso sexual. Varios investigadores han llegado a la conclusión que no importando el tipo de maltrato que se ha cometido en contra del niño, las cicatrices que trae consigo repercutirán en él para toda su vida, si no se detecta y se trata inmediatamente.
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