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Evaluación del sistema de vigilancia epidemiológica de la tuberculosis pulmonar, Provincia Noroeste Haití, Diciembre 2011

Resumen

La Tuberculosis (Tb) es la segunda causa mundial de mortalidad, después del SIDA, causada por un agente infeccioso (Mycobacterium tuberculosis). Haití representa el país con mayor incidencia de tuberculosis en América: 230/100,000 habitantes. El sistema de vigilancia de Tb es de importancia en la detección de casos y en generar información que apoyen el control de esta enfermedad. El objetivo de este estudio fue evaluar el funcionamiento del sistema de vigilancia y sus atributos cualitativos para recomendar acciones que permitiesen mejorarlo y hacerlo más útil. La evaluación se llevó a cabo usando la guía para evaluación de sistemas de vigilancia de salud pública (CDC/Atlanta, EE.UU). Se evaluaron los atributos de utilidad, simplicidad, flexibilidad y aceptabilidad. Para la recolección de datos, se aplicó un cuestionario semi-estructurado a los responsables de la vigilancia epidemiológica de la Tb, médicos de atención primaria y dirigentes de instituciones clave. Además, se revisó el protocolo de vigilancia y del Programa Nacional de Tb de agosto 2010. Fueron calculadas proporciones para evaluar las diferentes características. El sistema es útil porque permite identificar la magnitud de la enfermedad, la incidencia, prevalencia y tasa de mortalidad, no obstante no llega a alcanzar su objetivo de detectar 75% de los casos. De los 33 profesionales entrevistados, todos consideran que el sistema es aceptable y 95% que es simple. Además se considera flexible porque el sistema ha permitido incorporar otras variables epidemiológicas para recolectar información en varias ocasiones en los últimos 10 años. Sin embargo, los entrevistados resaltan la falta de recurso humano para el desempeño del trabajo especialmente en la vigilancia activa y en la búsqueda de contactos y se observó que únicamente 24 de las 78 instituciones públicas de salud existentes estaban involucradas en esta vigilancia. Se recomienda aportar recursos humanos adicionales al sistema, apoyar al personal para mejorar la búsqueda de contactos e involucrar a otras instituciones de salud tanto públicas como privadas en la vigilancia de Tb.