Publicación: Metodología para enseñar a los niños a reconocer y manifestar sus sentimientos.
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Los sentimientos son de gran importancia en la formación de la personalidad humana ya que motivan los diferentes comportamientos que se observan en las personas. Existe la posibilidad de llegar a conocer los diferentes sentimientos que puede tener un niño y utilizarlos para llegar a comprenderlo más. Respetando la individualidad de cada niño se le puede guiar y dirigir mejor para un funcionamiento más responsable, para que logre realizarse con respeto y dignidad. El desconocimiento de los sentimientos del niño por parte del profesor o cualquier persona a cargo del niño, puede llevarlo a una errada orientación en el proceso de su aprendizaje y en su adaptación al medio para lograr su máximo desarrollo. El conocimiento de si mismo se convierte en la base del desarrollo de sus capacidades. Pero el progreso en El autoconocimiento requiere la formación de personas capaces de desarrollar un diálogo o actividades que, promuevan la autoindagación en todos los niveles. Se cuenta con información y materiales suficiente: los cuales pueden ser utilizados con este propósito, entre los cuales se encuentran los siguientes: psicodrama, películas, cuentos, fotos. Es conveniente proveer al niño de experiencias que lo capaciten para satisfacer sus necesidades emocionales básicas en una forma socialmente aceptable, que estimule y produzca su crecimiento personal. Este ensaye es un modelo para incorporar elementos afectivos dentro de la clase o en cualquier otro nivel. Se presenta una serie de actividades y encuentros de clase concernientes a los sentimientos y emociones que un niño puede experimentar, los cuales se realizan en nueve sesiones, realizando una sesión por semana para dejar pasar un tiempo prudencial entre cada una y lograr que los niños mediten sobre las actividades realizadas en cada sesión. El patrón general seguido en cada sesión es: primero, la presentación de una idea o actividad específica para estimular al niño hacia la discusión; segundo, una discusión de grupo; y finalmente, la introducción de la actividad para que los niños aprendan a expresar y manifestar sus sentimientos.
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