Abstract:
El empleo comercial del etanol como carburante vuelve a ser un elemento central en la agenda de desarrollo de varios países, dado al reciente aumento del precio unitario del petróleo. En forma paralela y debido a lo anterior, han aumentado los artículos científicos publicados sobre el tema, en especial, aquellos relacionados con la producción de etanol de materias primas o residuos de naturaleza lignocelulósica, como árboles y arbustos de rápido crecimiento, ciertas gramíneas, bagazos y desechos industriales y municipales (1). El propósito de este artículo es el de comentar algunos de los retos asociados a la tecnología de producción, y de paso, también, ciertos desarrollos científicos en el área de la biología molecular. No se pretende discutir las justificaciones sociales, ambientales, energéticas y económicas que con frecuencia esgrimen, tanto los que favorecen, como los que se oponen, al uso del etanol como carburante. A los lectores interesados los refiero a trabajos recientes en tales temas (2-4).