Abstract:
INTRODUCCIÓN:
El terremoto de Guatemala del 4 de febrero de 1976, con una magnitud de superficie
de onda de 7.5, fue generado por un movimiento de corrimiento lateral izquierdo de la
falla de Motagua y fue percibido sobre un área de al menos 100,000 km". El terremoto
provocó la muerte de al menos 22,700 personas y dejó heridas a más de 76,000 personas.
El estudio preliminar de las pérdidas materiales fue de $1.1 billones_ que en aquel
entonces represento el 18% del producto nacional bruto.
La Ciudad de Guatemala es el centro urbano más grande de nuestro país y es donde se
encuentra concentrada la mayor parte de la economía, industria e infraestructura del país.
También sabemos que la ciudad se encuentra alojada en un área altamente sísmica y que
se encuentra rodeada de fallas geológicas. Según un reporte realizado por el Servicio
Geológico de los Estados Unidos (USGS), el departamento de Guatemala fue el segundo
más afectado en cuanto a pérdida de vidas humanas y heridos. Por esto, y por la ausencia
de un código oficial de construcción sismorresistente la ciudad posee un Riesgo Sísmico
que se debe considerar. Por lo tanto, es de vital importancia establecer el Riesgo
Sísmico, empezando por las edificaciones de más importancia y en donde se puede dar un
gran número de pérdidas humanas y materiales a la hora de un terremoto.
En el mismo año del terremoto surgieron las primeras especificaciones técnicas por
parte de la Dirección de Obras Públicas. Diez años después se formó una comisión
especial formada por el Ministerio de Comunicaciones, Transporte y Obras Públicas y
por cuatro profesionales con apoyo logístico del INSIVUMEH. Esta comisión creó un
conjunto de normas a las cuales se les quiso dar un carácter legal, pero a pesar de los
esfuerzos no se pudo lograr.
En 1996, la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Estructural y Sísmica decidió darle
a las normas un consenso técnico y presentó las primeras Normas Estructurales de Diseño
y Construcción recomendadas para la República de Guatemala.
A finales del año 2000 se creó una comisión encargada de la evaluación de Riesgo
Sísmico en edificaciones estatales con el apoyo de la Secretaría de Coordinación
Ejecutiva de la Presidencia. En el año 2002, profesionales de AGIES junto con apoyo de
la Comisión de Riesgo Sísmico lograron presentar otro grupo de normas, entre ellas la
norma NR-6 con el nombre de Disminución de Riesgos y Rehabilitación, la cual puede
ser una herramienta muy útil para evaluar y luego mitigar el Riesgo Sísmico en
edificaciones.
A pesar de los esfuerzos realizados, todavía no se ha logrado crear un código oficial y
sólo hay normas de construcción recomendadas. Por lo tanto, aún no se ha establecido si
los criterios de construcción han mejorado después del terremoto o si éste creó conciencia
para que se construya de manera sismorresitente en nuestro país. En el siguiente trabajo
se pretende establecer si hubo un cambio significativo o si no lo hubo en los criterios de
construcción después del terremoto de 1976. Esto se lleva a cabo mediante la
comparación de Riesgo Sísmico en edificaciones construidas en la Ciudad de Guatemala
antes y después del terremoto con distintos tipos de sistemas constructivos.
Para establecer el Riesgo Sísmico en las edificaciones, se debe tomar en cuenta la
Amenaza Sísmica a la que se encuentra sometida la Ciudad de Guatemala. Esto se lleva
a cabo utilizando el mapa de macrozonificación sísmica que se encuentra en las Normas
Recomendadas de AGIES. Cada sistema constructivo tiene una Calificación Básica de
Amenaza que varía según las macrozonas sísmicas en la República de Guatemala.
Realizando la evaluación de la vulnerabilidad e integrando la amenaza a la que están
sometidas las edificaciones, obtenemos el Riesgo Sísmico que corren las mismas.
También se realiza una evaluación del daño existente en la edificación y de las
condiciones del lugar en donde se encuentra para determinar si el daño o alguna amenaza
externa o del lugar aumenta o incrementa el Riesgo Sísmico. Para ambas evaluaciones se
presentan guías con los respectivos formularios que indican cómo deben realizarse las
evaluaciones y cómo deben llenarse los formularios. También se presenta una guía que
indica como debe realizarse el Dictamen de Riesgo y el de Daño Pre-sismo y de los criterios que se tienen que utilizar para poder interpretar la información obtenida de la
evaluación.
Por último, se presenta la información en cuadros de las evaluaciones realizadas en
edificaciones construidas antes y después del terremoto. Con esta información se lleva a
cabo una comparación y se analizan los resultados para obtener las conclusiones v
determinar si en efecto hubo o no, un cambio en los criterios de diseño y construcción
sismorresistente.
Para la mejor comprensión de la Metodología de la Evaluación de Riesgo Sísmico, se
presentan algunos conceptos que son de utilidad y que se deben tener presentes.
• Es muy fácil confundir el término edificación con estructura. El término edificación
puede abarcar edificios, casas, fábricas, templos y cualquier otro tipo de lugar en
donde las personas habiten o trabajen. Cada edificación tiene su propia estructura,
este término se refiere al sistema estructural que tiene una edificación.
• El riesgo se compila de los datos de la evaluación de la amenaza o peligro; análisis de
vulnerabilidad y del inventario o cuantificación de los elementos en riesgo. Cambios
en uno o más de estos parámetros modifican el riesgo en sí mismo, o sea el total de
pérdidas esperadas en un área dada por un evento en particular.
• La frecuencia con que se presenta y la intensidad de la amenaza sísmica varía de
lugar en lugar. Para mostrar esta variación puede ser útil usar la cartografía de las
amenazas
• Las amenazas tienden a ser incontrolables, gran parte del trabajo de mitigación se
centra en reducir la vulnerabilidad sísmica estructural en la edificación.
• El análisis de vulnerabilidad es un proceso mediante el cual se determina el nivel de
exposición y la predisposición a la pérdida de un elemento o grupo de elementos ante una amenaza específica, contribuyendo al conocimiento del riesgo a través de
interacciones de dichos ambientes con el ambiente peligroso.