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INTRODUCCIÓN.
Cuando se habla de individualización de la enseñanza,
se debe pensar en que los procedimientos puestos en juego
para lograrla pueden ser de muy diferente índole. Además,
se debe reconocer que el concepto mismo de individualización
puede diferir de persona a persona o de institución a institución.
Así por ejemplo, un maestro que toma en cuenta las
diferencias individuales de sus estudiantes para asignarlos
a diferentes grupos de estudio, está, en cierta forma,
individualizando la enseñanzas pues son las características
personales del estudiante las que determinarán a qué grupo
será asignado. Sin embargo, la forma de individualizar la
enseñanza debe ser intencionada, y además sistemática para lograr
resultados positivos, pues no es suficiente que se tenga
la intención de atender personalmente a los estudiantes,
cuando no se ha generado un ambiente propicio para lograrlo.
El maestro de nuestro ejemplo debe, además de evaluar las
diferencias individuales de sus estudiantes, planear la forma
en que esas diferencias individuales se han de tomar
efectivamente en cuenta dentro del propio proceso de
enseñanza aprendizaje.
En un sistema tradicional de enseñanza, se parte de
varios supuestos definitivamente falsos. Por principio, se
considera que un grupo que recibe un curso determinado,
está formado por individuos con capacidad, habilidades,
antecedentes académicos, motivación, intereses, etc., semejantes;
es decir, se da por sentada una homogeneidad que no existe.
Aún más, no es el individuo en si el sujeto de aprendizaje
en el cual está interesado el maestro, sino el grupo
que se concibe como un todo homogéneo.
En términos generales, la individualización de la enseñanza
pretende que sea el individuo, con todas sus características
y problemática particular, el que reciba la atención de quien
dirige el aprendizaje.
Dentro de los numerosos intentos que se han realizado
para lograr dar al estudiante la atención personal necesaria
para que su aprendizaje se desarrolle sin interferencias,
se destaca el Sistema de Instrucción Personalizada,
desarrollado por Fred S. Keller, J. Gilmour Sherman, Rodolpho
Azzi y Carolina Martuscelli, en 1964, al cual se hace
referencia en el presente trabajo.
Hacer una descripción completa de los elementos constitutivos
de un curso personalizado, requeriría de una exposición
bastante extensa y repetitiva de muchas publicaciones,
por esta razón, en los antecedentes de este trabajo, se da
una panorámica muy general extraída de los escritos de los
propios iniciadores del sistema y se hace énfasis exclusiva
mente en los factores de mayor importancia.
El Sistema Keller de Instrucción Personalizada, se fundamenta
en los principios de la tecnología conductual, de
manera que las características fundamentales de este sistema
tienen como objetivo la modificación de la conducta del
estudiante por medio del manejo adecuado de las contingencias
que la determinan y en función de objetivos de instrucción
muy bien definidos y anunciados explícitamente.
En las palabras del propio autor, el Sistema de Instruccion
Personalizada tiene las siguientes características fundamentales:
"...durante el curso, y dentro de amplios límites, se permite que
el estudiante avance a la velocidad que él mismo elija. Progresa
un paso cada vez, a través de unidades de material estructuradas
en forma sucesiva. Las unidades son de tamaño pequeño, nunca
más grandes que la asignación típica correspondiente a una semanal
y se pueden tomar de un libro de texto estándar o de cualquier otra
fuente que el profesor desee usar. Periódicamente se introducen
unidades de revisión, para consolidar el aprendizaje y
evitar la fragmentación del material".
"En segundo lugar, se exige un grado especifico y elevado de
dominio de cada unidad, algo que sólo se puede asegurar
cuando el estudiante avanza a su propia velocidad. El
objetivo es casi la perfección. Dos tercios de disposición
para avanzar, equivalen a dos tercios de la habilidad para
mantenerse a flote, es decir, o se flota o se hunde uno, pe
ro no hay término medio".
"En tercer lugar, el sistema permite la repetición de
los exámenes sin pérdida alguna de crédito o de posición en
caso de fracaso, y con amplias oportunidades para que el
estudiante defienda sus respuestas".
"En cuarto lugar, para que sean posibles este examen y
la evaluación individual, el sistema utiliza ordinariamente
a los estudiantes-monitores bien instruidos y cuidadosamente
dirigidos, que han demostrado que comprenden el material
en cuestión."
Para valorar la importancia de estas características,
desde el punto de vista de la actividad docente, es necesario
profundizar un poco acerca de la concepción que el propio
Keller plantea respecto a una situación de aprendizaje:
El Sistema de Instrucción Personalizada "evita, en la medida
de lo posible, la instrucción en grupo, o cualquier entro
método en el cual no exista el quid pro quo. Esto incluye
a la clase ordinaria, a la demostración corriente o a cualquier
otra clase de enseñanza visual, el grupo de discusión
usual, y la recomendación tradicional de hacer un trabajo
escrito. Cualquier situación de aprendizaje, según se llama,
en la cual no se especifican los objetivos, o en la que la
conducta puede no presentarse, o donde las recompensas son
no contingentes, no merece el nombre de situación de aprendizaje,
incluso en el caso de que ocurra algún aprendizaje".
(Keller, 1973; pp. 211-212).
Esta concepción, obviamente da como resultado un ambiente
totalmente diferente del tradicional dentro del aula, y
motiva interacciones maestro-monitor-alumno, que en los sis
temas tradicionales es imposible que se generen.
Probablemente una de las características más impotentes
del Sistema de Instrucción Personalizada, sea precisamente
la utilización de estudiantes avanzados corno monitores, lo
cual permite la atención personal a cada estudiante. Una
descripción de la actividad del monitor, la proporciona Gilmour
Sherman, uno de los iniciadores del sistema, de la
siguiente manera:
"La de los monitores es otra historia con final
feliz. Reciben dos puntos de crédito académico
por su trabajo y merecen mucho más. Llegan temprano,
trabajan hasta tarde, aprenden mas que sus estudiantes,
y obtienen las mejores calificaciones
en los cursos avanzados (que todavía se enseñan
en forma tradicional). En las reuniones semanales
desempeñan un papel importante en la revisión del
programa, señalan las unidades demasiado largas,
los pasajes confusos o las preguntas de exámenes
que resulten ambiguas. La conducta de los estudiantes
revela que los monitores proporcionan
cierto tipo de reforzamiento, aunque sutil y mal
definido, que todavía esta por ser incorporado a
un texto programado. Creo que constituyen la base
del éxito que obtuvimos." (Sherman et al, 1973; —
p. 220).
Dado que el contar con un buen equipo de monitores es
definitivo para que un curso que usa el Sistema de Instrucción
personalizada tenga éxito, se han planteado varias
alternativas para lograr que su trabajo sea remunerado de
alguna manera; por ejemplo, en el manual editado por la Dirección
General de Educación Superior de México (1974; pp. 23-
27), se sugieren las cinco alternativas siguientes:
1. Otorgar créditos académicos a los estudiantes que
desempeñen la función de monitores en un curso.
2. Otorgar becas, bien sea en efectivo o sufragando
los gastos que demande su educación.
3.- Acreditar servicio social.
4.- Acreditar la practica docente, cuando se trata de
instituciones que forman maestros.
5.- Dar a los estudiantes la oportunidad de fungir como
monitores de sus propios compañeros de curso, cuando
demuestran un conocimiento y disposición suficientes. El efecto
reforzante de esta actividad ha demostrado ser suficiente
para que los estudiantes deseen el puesto de monitor. En es
te caso, la recompensa consiste en la adquisición de cierta
ascendencia o prestigio del monitor entre sus compañeros.
Un último comentario que cabe hacer con respecto al
Plan Keller, es cue se da especial importancia a la evaluación
como parte integrante del proceso de aprendizaje, y no
como una actividad inconexa y aversiva a la que el estudian
te debe verse sujeto periódicamente. Asimismo, cabe hacer
resaltar la circunstancia de que cada respuesta del estudiante
tiene una consecuencia contingente cuya influencia
en el aprendizaje es definitiva.
Dentro del Sistema de Tecnológicos, la utilización del
Plan Keller se inició en 1974, como resultado del Primer
Seminario sobre Instrucción Personalizada, realizado en el --
Instituto Tecnológico Regional de Celaya, Gto.
En un capitulo de este trabajo, se hace la descripción
del planeamiento y desarrollo de uno de los cursos impartidos
en el Instituto Tecnológico Regional de Querétaro, dentro
de un plan experimental a nivel nacional coordinado por
la Dirección General de Educación Superior. Este curso se
ha tomado como base para la realización de la presente
investigación. RR |
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