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La energía es un medio que coadyuva al bienestar económico y social de las personas. Las condiciones socioeconómicas que caracterizan al país determinan la dinámica nacional, cuyo contexto influye en el comportamiento del sector energético. El sector energético nacional también se ve afectado por las condiciones sociales y políticas internacionales, debido especialmente a su dependencia a la importación de combustibles derivados del petróleo.
La población y de las principales actividades económicas del país se encuentran concentradas en el departamento de Guatemala; esto provoca que en dicho departamento las condiciones y oportunidades del desarrollo humano (salud, educación, ingresos) tiendan a ser mayores. Dicha concentración de población y de la actividad económica también provoca que el mayor consumo de energía eléctrica se registre en el departamento de Guatemala.
El balance energético del país demuestra la importancia que tienen el uso de la leña para la satisfacción de la demanda energética del país, especialmente en el área rural. La leña constituye el 47% de la producción en la oferta energética del país. Los principales combustibles importados derivados del petróleo son el diesel, gas licuado de petróleo, gasolinas y el fuel oil, que en su conjunto constituyen el 15% de la oferta energética total del país. Los principales sectores de consumo energético son el residencial y el transporte, con un 55.3% y 24.08% respectivamente. La energía eléctrica satisface el 6% de la demanda energética del país. Esta última ha tenido un crecimiento en el orden del 7% anual durante los últimos 3 años.
El subsector eléctrico guatemalteco tuvo una transición de un esquema centralizado en manos de dos grandes empresas (Empresa Eléctrica de Guatemala e Instituto Nacional de Electrificación) a un esquema de mercado donde participan varios actores. Esta transición se inició en 1996, con la promulgación de la Ley General de Electricidad (Decreto 93-96). La reforma del subsector separó las diferentes actividades que constituyen la cadena de la industria eléctrica y abrió el subsector a una mayor participación del capital privado; además creó una serie de instituciones y les asignó funciones relacionadas con la regulación (Comisión Nacional de Energía Eléctrica), rectoría (Ministerio de Energía y Minas) y coordinación operativa y comercial del mercado eléctrico (Administrador del Mercado Mayorista).
En el mercado eléctrico creado en Guatemala se transa los siguientes productos y servicios: energía eléctrica,potencia eléctrica, transporte de energía eléctrica y servicios complementarios.
La actual composición tecnológica del parque de generación del país es consecuencia de la condiciones creadas a partir de la reforma del subsector, las cuales incentivan las inversiones en tecnologías convencionales debido a la menor inversión inicial, menores períodos de recuperación de inversión y por lo tanto menores riesgos. De esa cuenta, la capacidad instalada del país se compone en un 65% de tecnologías convencionales que utilizan combustibles fósiles y en un 35% de tecnologías que utilizan fuentes renovables de energía para la producción eléctrica.
El país no cuenta con una política expresa e integrada para el sector energético ni para el subsector eléctrico, sin embargo, existen elementos dispersos y acciones orientadas a incentivar la producción eléctrica con fuentes renovables en el país, entre los que se encuentran: creación del Centro de Información y Promoción de las Energías Renovables, estudio para creación de Fondo de Financiamiento para Proyectos de Energías Renovables, Reglamento de Generación Distribuida, Programa de Biocombustible, Ley de Incentivos para el Desarrollo de Proyectos de Energía Renovable (Decreto 52-2003) y su Reglamento (Acuerdo Gubernativo 211-2005).
Guatemala cuenta con un importante potencial en recursos renovables los cuales pueden ser aprovechados para la producción eléctrica y satisfacción de la demanda en ese subsector; el aprovechamiento de dichos recursos representa beneficios para la nación. Estudios realizados por el Ministerio de Energía y Minas y del Instituto Nacional de Electrificación dan cuenta de un potencial estimado que supera los 7,000.00 MW, lo cual supera 3 veces a la máxima demanda registrada en el Sistema Nacional Interconectado en lo que va del año 2006. Dicho potencial se compone principalmente de energía geotérmica, hidráulica y eólica.
Los diferentes tipos de tecnología aplicadas para la producción eléctrica del país tienen diferentes impactos (ambientales y no ambientales). Para comprender mejor los impactos asociados a la producción eléctrica, los cuales se constituyen en externalidades de dicha actividad, se recurre a los aportes de la economía ambiental al sector energético. Dichos aportes permiten valorar los productos y servicios ambientales ligados a cada tipo de tecnología, para los cuales no existe un mercado convencional. La identificación y valoración de dichas externalidades son los pasos que preceden su integración a la estructura convencional de costos, a fin de lograr una asignación eficiente de los recursos.
Las externalidades de la producción eléctrica constituyen una falla de mercado que se entiende como todos aquellos costos y beneficios asociados a la actividad económica de producción eléctrica que recaen indiscriminadamente sobre la sociedad y el ambiente, no estando incluidos en las estructura de precios de la electricidad; ejemplos de externalidades ambientales son: contribución al calentamiento global, disminución de la capa de ozono, acidificación, eutrofización; ejemplo de externalidades no ambientales son: generación de empleo, impactos macroeconómicos reducción de los recursos energéticos. Estas externalidades son susceptibles de valoración, teniendo mayor complejidad la valoración de las externalidades no ambientales.
El método del Análisis del Ciclo de Vida, aplicado a las diferentes tecnologías de producción eléctrica permite una aproximación a la cuantificación de los impactos que cada una de ellas tiene sobre el ambiente.
Para la cuantificación de dicho impacto se ha definido la unidad "ecopunto", la cual representa el impacto ambiental causado para la producción de un TeraJulio de energía eléctrica.
Los resultados obtenidos en diferentes estudios para las tecnologías de producción eléctrica, aplicados a las tecnologías representativas que constituyen el parque de generación eléctrica del país indican que el 100% de los impactos atribuibles a la producción eléctrica del país, 99.8% proviene de las centrales que utilizan combustibles fósiles. EL restante 0.2% de impacto corresponde a la energía producida con fuentes renovables (36% de la producción), principalmente la hidroeléctrica.
La actual composición del parque de generación nacional y la estructura convencional de precio de la electricidad pasan por alto los costos debidos a las externalidades que provocan cada una de las diferentes tecnologías de producción eléctrica, con lo cual la sociedad subsidia y carga con los costos debidos a la producción con tecnologías convencionales. Esto crea una ventaja para las tecnologías convencionales en detrimento de las tecnologías para aprovechamiento de energía renovable.
Es necesario que se creen y apliquen los instrumentos que permitan una mayor penetración de las tecnologías para producción eléctrica con energía renovable, hasta alcanzar una composición optima del parque de generación. Para coadyuvar a la viabilidad de dichos instrumentos, en su formulación y aplicación, es imperativa la consideración de criterios y lineamientos que abarquen los aspectos técnicos, financieros, política pública, ambientales, sociales y estratégicos que sean congruentes con el crecimiento sustentable y sostenible del subsector eléctrico. RR |
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