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Con el objetivo de caracterizar taxonómicamente la avifauna de cuatro zonas de vida que posee la Finca Chaculá (Nentón, Huehuetenango), se realizó una lista base de las aves y árboles presentes así como una propuesta de plan de conservación de la finca. Igualmente se capacitó a cinco jóvenes de la comunidad para reconocer aves en campo.
Para la caracterización de la comunidad aviar se realizaron transectos dos veces al día por 100 días y se contabilizaron los encuentros visuales y auditivos. Se realizaron tres parcelas de una hectárea en cada zona de vida, donde se midió el diámetro a la altura de pecho (DAP) y la altura de los árboles para complementar su identificación. Por último se realizaron tres talleres para la conservación con líderes comunitarios y un taller para capacitar a jóvenes en la identificación de aves.
En total, se detectaron 777 individuos de 160 especies, pertenecientes a 38 familias de 15 órdenes durante las 300 horas totales de recorridos, resaltando el pavo de cacho (O. derbianus). La zona de vida más rica y diversa fue el bosque húmedo montano bajo tropical bhmb-t, aunque también fue el que presentó más similitud de especies con otras zonas de
vida. Contrariamente el bosque muy húmedo montano bajo tropical (bmhmb-t) fue el que
presentó menor riqueza y diversidad de aves. Se registraron 42 especies de árboles en las
cuatro zonas de vida, siendo los más importantes según el Índice de Valor de Importancia
(IVI), los de género Quercus. La correlación entre el ensamble de especies de aves en las
zonas de vida no está dictado ni por la altura ni por el diámetro de los árboles, por lo que se
considera que esté ligado más a la distribución de la matriz agrícola y a prácticas como
cacería.
En los talleres comunitarios para la conservación se escogieron nueve objetos de conservación, siendo estos: tres naturales, tres culturales y tres económico-productivos. De
todos, la principal amenaza directa es la falta de autoridades fortalecidas y competentes que
mitiguen la usurpación de tierras, la tala y cacería no controlada de otras comunidades dentro
de la finca y que fomenten un nuevo plan de ordenamiento territorial. Las principales estrategias surgidas de los talleres fueron: el fortalecimiento de las autoridades, la generación de un foro de tierra con entidades gubernamentales y ONGs para aclarar los linderos, la
implementación de un calendario cinegético, el fomento de una nueva plataforma turística más sólida y la organización de la comunidad en gremios agropecuarios y de subproductos
para la venta.
Las principales recomendaciones de este estudio son: ampliar los registros de especies
de aves a través de más avistamientos, que se genere investigación sobre otros taxones, para fortalecer la propuesta de la finca Chaculá como reserva natural privada comunitaria, implementar programas de monitoreo de aves a través de los guías capacitados y orientar la asesoría turística hacia la diversificación de productos turísticos para ofrecer y que respondan a la necesidad de protección y conservación de la finca. RR |
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