Abstract:
INTRODUCCIÓN.
En la actualidad el motor de combustión interna es probablemente la máquina de transformación de energía más utilizada por el hombre, que tiene un uso casi universal en la rama de transporte. Además, el motor de combustión interna necesita forzosamente la quema de algún tipo de combustible para su funcionamiento. Estas dos razones son la causa de que esta tecnología se convierta en el mayor contaminante del aire que respiramos.
A pesar de ser un problema ecológico y de salud pública, éste tiene su origen en las limitantes tecnológicas del motor de combustión interna. El motor de combustión interna, como cualquiera otra máquina construida por el hombre, es imperfecta y de alta susceptibilidad a fallos durante su funcionamiento.
Esta tecnología es inherente de contaminación. Nosotros, a lo máximo que podemos aspirar, es a mantener las condiciones óptimas de operación que necesita el motor, ya que con esta medida, puede reducirse la contaminación producida a un mínimo.
En el mundo moderno, las condiciones de operación deficientes del motor de combustión interna son intolerables debido a que es la sociedad entera la que debe pagar un alto precio, principalmente en lo que se refiere a salud pública. Debemos considerar que la mayor porción de automóviles alrededor del mundo, se ubica en el mismo espacio que las altas concentraciones de población humanas. Es por ésto, que a partir de la conscientización mundial de este problema, se han desarrollado tecnologías que ayudan a mejorar las
condiciones de funcionamiento del motor, o reducen las emisiones vehiculares directamente.
En la ciudad de Guatemala circula una gran cantidad de automóviles cuyo número sigue
incrementándose día a día. La mayoría de estos automóviles operan mal afinados y carecen de mantenimiento adecuado. Los efectos nocivos derivados de esta circunstancia, son la excesiva emisión de gases contaminantes, y un mayor consumo del combustible necesario.
El problema se agrava cuando agregamos el hecho de que lamentablemente existe un desconocimiento general entre los dueños de los automotores acerca de los requisitos de un automóvil, del proceso de combustión que se lleva a cabo dentro de los mismos, y de los efectos que dicho proceso tiene en el ambiente y en las personas. No sorprende así que el bloque mayoritario de la sociedad ignore la necesidad e importancia de tener un control de emisión de gases contaminantes.
Actualmente, Guatemala ya cuenta con un Programa de Control de Emisión de Gases Contaminantes, el cual es un proyecto que busca reducir la contaminación del aire ambiental, la cual es provocada por los automóviles. El programa, aunque ya esté legislado, se encuentra aún en sus etapas iniciales en nuestro país.
Este programa podría llegar a ser más efectivo si a la par de la creación de las medidas reglamentarias para el control de emisiones, lograra crearse también una conciencia ecológica colectiva sobre la magnitud global del problema al informar a los ciudadanos sobre las enormes ventajas para el bien común y particular, a mediano y largo plazo, de tener automóviles bien afinados, bien mantenidos, y con su control de emisiones al
día.
Por tanto, es necesario enfocar el problema desde un punto de vista técnico, que permita explicar y aclarar las incertidumbres que existan acerca de la problemática de la contaminación del aire debidas a las emisiones vehiculares y dan a conocer las soluciones técnicas de vigencia actual que nos ayudarán a establecer las condiciones óptimas de funcionamiento del motor de combustión interna. Con ésto se pretende informar al ciudadano común para que esté consciente de qué es lo que está haciendo, por qué lo
hace, y que pasará si no lo hace.