Abstract:
PREFACIO: Este trabajo de investigación se desarrolló en el marco de la antropología aplicada que, como se verá, también puede proveer datos importantes para hacer la etnografía—clásica producción antropológica. La antropología aplicada se concibe como la puesta en práctica de los preceptos antropológicos en las esferas fuera del mundo académico. Ha existido un estigma contra la antropología aplicada porque se conjetura que es incapaz de articular planteamientos teórico-académicos de alta calidad que formalicen los datos que presenta al cuerpo teórico antropológico. De cierta forma, esta tesis busca cenar esa brecha que artificialmente divide a la teoría antropológica de la práctica. Y es artificial, porque tanto la práctica necesita de la teoría como ésta de los casos empíricos donde se pueden poner a prueba hipótesis y otras propuestas teóricas.
Mi trabajo con las comunidades q'eqchi'es aledañas a Cancuén empezó en enero del
año 2001. Fui contratado para hacer una consultoría para el Proyecto Cancuén. A sus
directores, Arthur Demarest y Tomás Barrientos, les preocupaba que había muchos asuntos pendientes con las comunidades que estaban alrededor de Cancuén. Así, ese estudio aplicado aportó datos para planificar los programas que se deseaban trabajar en conjunto con las comunidades q'eqchi'es. Desde ese entonces, hasta ahora, dos años han pasado en los que la búsqueda de financiamiento ha sido ardua y se ha obtenido apoyo de la agencia para el desarrollo de Estados Unidos, USAID, así como de otras entidades como Cuerpo de Paz, Fundación Solar, Universidad del Valle de Guatemala, la Comisión para la Definición de Lugares Sagrados y Talita Kumi. Estos esfuerzos ahora están dirigidos a la protección del patrimonio cultural en manos comunitarias. Este trabajo no sería posible sin la iniciativa y cooperación conjunta con los comités de las comunidades q'eqchi'es, sus líderes, que incluyen hombres y mujeres que buscan mejorar su calidad de vida. Todos ellos y ellas son fuente de inspiración.
En la realización de este proyecto de tesis, también hay personas a las que quiero
agradecer. El Doctor Anthony Stocks, profesor de la Idaho State University ha sido un
consejero y amigo que me ha guiado en los senderos de la teoría antropológica. De igual vi manera, el Doctor Arthur Demarest me ha apoyado en mis investigaciones y le agradezco a él y a todo el equipo del Proyecto Cancuén por la confianza depositada en mi persona. A través de él, también se ha conseguido el financiamiento de Vanderbilt University, entidad educativa que ha demostrado ser suficientemente flexible como para experimentar en una arqueología reflexiva y ética. Además, agradezco a Karen Pereira, amada compañera en la vida, por su paciencia en la revisión y comentarios a esta tesis. Finalmente, doy gracias al Doctor Didier Boremanse por su interés y empeño que acompañaron el proceso de este trabajo de graduación.