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Construyendo un aula libre de estereotipos de género.

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dc.contributor.author Anleu de Aguilar, María Aurora Lissett
dc.date.accessioned 2017-08-24T20:29:30Z
dc.date.available 2017-08-24T20:29:30Z
dc.date.issued 2007
dc.identifier.uri http://repositorio.uvg.edu.gt/xmlui/123456789/2848
dc.description Trabajo de graduación presentado en modalidad de ensayo. Licenciatura en Educación. Facultad de Educación (p.51) en_US
dc.description.abstract INTRODUCCIÓN. El camino hacia la equidad de género en la educación ha tenido sus éxitos, pero la travesía que aún falta por recorrer, presenta muchas curvas y obstáculos que salvar en una pronunciada pendiente. Este trabajo de graduación en su modalidad de ensayo, presenta una reflexión acerca de un problema cotidiano que los docentes enfrentan en su aula y que es el de los estereotipos de género. No hay duda que los estereotipos son tan sólo un eslabón que se encadena a otros problemas más complejos como lo son las preferencias, los prejuicios e incluso, el acoso. Son ellos una muestra concreta y muchas veces la causa inconsciente de la inequidad de género dentro del aula. La evolución que los enfoques de desarrollo, entre ellos el enfoque de género, ha tenido se fundamenta en la vigencia de los derechos humanos reconocidos internacionalmente. En América Latina, la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), es categórica al definir que el acceso a la calidad educativa es un derecho que toda sociedad debe asegurar a cada uno de sus miembros. Miguel Ángel Santos Guerra, en su estudio titulado La escuela que aprende: Perspectiva de género en la organización escolar, menciona el trabajo de Paula Nicolson con la siguiente cita tomada de su obra Poder, género y organizaciones. En ella, Nicolson delata la ausencia sutil de equidad de género en las sociedades modernas, situación muy similar a la que se vivía en los siglos XVIII y XIX: «Tanto las relaciones de género como la dinámica organizativa están íntimamente asociadas al logro y al sostenimiento del poder. La capacidad de inf luir y controlar los recursos humanos y mater iales se da en un contexto social en el que la relación entre el poder y la subordinación son inseparables. Esta alianza se produce en las organizaciones profesionales y en las relaciones de los sexos, en la sociedad, en la escuela y en la famil ia. Casi siempre, en estos contextos, la mujer está de algún modo subordinada.» (Nicolson en Santos Guer ra: 2000) Por tal motivo, cada vez es más común que se escuche de organizaciones y estudios que promueven la equidad de género en todos los ámbitos para devolver a la mujer, la dignidad y la igualdad de oportunidades de las que siempre ha estado privada. Así lo expresa también Gloria Bonder en la Revista Iberoamericana de Educación: «Los organismos regionales como la CEPAL y muchos gobiernos, comienzan a reconsiderar cuál es el papel que debe cumplir la educación para asegurar un desarrollo productivo con equidad y, en consecuencia, cómo asegurar a todos los sectores sociales el acceso a un estándar mínimo de calidad educativa. Los contenidos de la educación, las metodologías de enseñanza y evaluación, están siendo objeto de un análisis profundo. Los nuevos problemas de las sociedades contemporáneas como la degradación ambiental, el sida, la violencia urbana y doméstica, la droga, la marginación de nuevos sectores sociales, la transformación del escenario político mundial y la necesidad de formación de una nueva ciudadanía, figuran en las agendas actuales de políticos y planificadores de la educación.» (Bonder: 1994). Esta profunda y esperada renovación ofrece un marco de posibilidades inéditas para integrar a las discusiones y acciones futuras la igualdad de oportunidades para la mujer en y desde la educación, en tanto esta problemática constituye, sin lugar a dudas, uno de los ejes principales de todo proceso de modernización y democratización de nuestras sociedades. Por otra parte, y complementariamente, la realidad demuestra que el movimiento de mujeres en América Latina ha alcanzado un nivel de madurez e incidencia en los ámbitos institucionales, culturales y políticos que lo colocan como un interlocutor insustituible de cualquier proceso de transformación de nuestras sociedades y, por ende, de nuestra educación.» (Bonder: 1994) Sobre todo, en la última década la expresión “equidad de género” ha adquirido auge a nivel mundial y Guatemala ha compartido este creciente interés, sobre todo, después de la firma de los Acuerdos de Paz y gracias a la lucha de agrupaciones de mujeres y otros sectores de la sociedad, en relación a temas como la tolerancia y los derechos humanos. Los Acuerdos de Paz han fomentado el autoanálisis de conductas que se han dado hacia la inequidad de género en nuestra sociedad y ello ha permitido ejercer una influencia positiva en diferentes ámbitos que la integran siendo la Escuela, uno de los más susceptibles. Cuando un docente reacciona diferente ante una queja de un alumno que ante la de una alumna; cuando sus explicaciones son de diferente calidad o profundidad al dirigirse a unos o a otras; cuando pretende orientar los intereses de unos opacando los de las otras o viceversa; cuando demuestra preferencias o molestias por los alumnos de su mismo género o del género opuesto; cuando ignora o desatiende las necesidades particulares de unos u otras; cuando humilla a unos o a otras; cuando hiere a unos o a otras al usar un lenguaje inapropiado; cuando se aprovecha de la vulnerabilidad de uno u otro género, está negándoles a sus alumnos y alumnas la oportunidad de crecer y de aprender en un ambiente que propicie y favorezca el desarrollo máximo de sus capacidades intelectuales, que fomente la libertad de expresión, la autoestima, la equidad en todo sentido y el orgullo de pertenecer a uno u otro género. El docente que trata de forma diferente a sus alumnos y a sus alumnas por el género al que pertenecen, está limitándoles la oportunidad de una inserción futura, normal y productiva, dentro de la sociedad en la cual se desarrollen en el futuro como adultos, sin percatarse del efecto multiplicador que ellos y ellas llegarán a constituir al reproducir los mismos patrones arcaicos, una y otra vez, en las generaciones venideras entre las cuales indudablemente, habrá futuros maestros. El propósito principal de este estudio es enfocarse en el valor pedagógico y humano que tiene la aplicación del enfoque de género dentro del aula, tanto en el desarrollo emocional y físico como en el crecimiento intelectual de las niñas, niños y adolescentes de ambos géneros. RR en_US
dc.language.iso es en_US
dc.publisher Universidad del Valle de Guatemala en_US
dc.subject Coeducación en_US
dc.title Construyendo un aula libre de estereotipos de género. en_US
dc.type Thesis en_US


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