Efectos de la formación profesional en el ajuste personal, social y total del minusválido físico.

Abstract

INTRODUCCIÓN. "Facilitar el Ajuste Psicológico del inválido al mundo en que se encuentra, prepararle para ocupar en él su puesto, es encontrar los pedazos que faltan de un rompecabezas, proporcionándole ocasión de compensar la invalidez y de desarrollarse armoniosamente". Van Roy Fabianne (1960:196). El problema de la minusvalía aqueja a todos los países del mundo. En Guatemala se han hecho algunos esfuerzos para aliviar tan grave situación, a pesar de que carecemos de recursos económicos adecuados para atender efectivamente al individuo que por alguna causa ha quedado con limitaciones físicas. Al abordar el problema del minusválido, interesa definir qué entendemos como tal. La Organización Internacional del Trabajo (1970:5) lo define como: "Toda persona cuyas posibilidades de obtener y conservar un empleo adecuado se hallen realmente reducidas debido a una disminución de su capacidad física y mental". Para los fines de esta investigación se tendrá en cuenta esta definición y se usaran indistintamente como sinónimos los términos: minusválido, incapacitado, inválido, disminuido, limitado. Lamentablemente Guatemala no cuenta con suficientes datos estadísticos que demuestren con todo detalle la magnitud del problema, por lo que, se recurre obligadamente a fuentes de organismos internacionales, para obtener la información ne cesaría, aunque aproximada. La Organización Mundial de la Salud (1976:15) estima que el 17 por ciento de la población total de cualquier país en latinoamérica es minusválida. Como nuestra población es de seis millones y medio de habitantes, la cifra estimada de minusválidos es de un millón ciento cinco mil (1,105,000) personas, y si la referencia es a la población económicamente activa de dos millones de guatemaltecos (2,000,000), el porcentaje es de trescientos cuarenta mil (340,000) minusválidos. Esta población minusválida proviene, en su mayoría, de las clases sociales desfavorecidas, con bajo nivel de escolaridad y ninguna preparación para el trabajo, lo cual representa un verdadero problema de adaptación personal, con graves repercusiones económicas y sociales para el país. Muchas son las causas que provocan la invalidez. Algunas se deben a pobreza, ignorancia, desnutrición o limitada asistencia médica. Otras son el resultado de accidentes de tránsito, de trabajo o del uso indiscriminado de las armas de fuego, cuyos efectos nocivos, dejan permanentes Incaparidales en el afectado. El problema de la invalidez coloca al individuo que la padece ante un estado de desintegración de sus condiciones físicas, psíquicas y sociales. Consecuentemente, aparece el desajuste tanto en el área personal como social. Unos minusválidos tienen éxito, se recuperan y se integran a la sociedad, otros, que constituyen la gran mayoría, se estancan, se bloquean y pasan a depender de la familia, del Estado o de la caridad pública. Organismos como Naciones Unidas (1976:6) han reconocido que la Formación Profesional es una solución a los problemas de adaptación del minusválido. Postulan que el inválido físico tiene derecho a la seguridad económica y social y a un nivel de vida decoroso. Que tiene derecho, en la medida de sus posibilidades, a obtener y conservar un empleo y a ejercer una ocupación útil, productiva y remunerativa. Este constituye por consiguiente, el fin último de la capacitación a minusválidos. A la fecha existen en Guatemala algunas instituciones que brindan servicios de este tipo. Sin embargo, dada la gran población de inválidos, los servicios de capacitación profesional requieren de mayores recursos, mejores condiciones ambientales, reconocimiento del esfuerzo que realizan las entidades encargadas de estos servicios y fundamentalmente, la ruptura de los esquemas tradicionales de ayuda caritativa que todavía caracteriza a algunas de estas entidades. Es de esperar que si el minusválido físico no encuentra las condiciones propicias para superar el trauma ocasionado por la invalidez, pase a engrosar el número de personas que la sociedad difícilmente logrará mantener en el futuro. Es necesario afrontar la realidad del inválido, no con criterios paternalistas, sino con conocimientos científicos que le permitan una mejor integración al medio económico y social. Teniendo la vivencia de la problemática personal y social del minusválido físico, me decidí a la investigación de algunas de las formulas que podrían contribuir a que las personas afectadas por limitaciones físicas lograran una mejor integración a la sociedad. El primer propósito fue encarar el conjunto de comportamiento del inválido y abordar todas las cuestiones originadas por la deficiencia física. Pronto advertí que la profundidad y amplitud del trabajo requería de mayores recursos materiales y técnicos. En consecuencia, se limitó la investigación al problema del ajuste personal, social y total del minusválido. Se entiende por Ajuste la capacidad de armonizar las demandas internas y externas de la persona. Es decir, lograr la adecuación del individuo a través de la satisfacción de sus necesidades, sin entrar en conflicto con su grupo social. Muchos son los factores que intervienen en el ajuste personal, social y total. Algunos de ellos son las relaciones satisfactorias que fundamentan los sentimientos de autoestima, la pertenencia a un grupo y una ocupación que provea los mecanismos necesarios para la autorrealización y la utilización de los potenciales de una persona. El presente estudio se centrará en la influencia de la formación en una ocupación como una de las variables que pueden influir en el ajuste personal, social y total del minusválido. Este estudio parte de la premisa de que a través de una ocupación el hombre intenta satisfacer sus necesidades de pertenencia y autorrealización. Lee Braude (1978:56) señala que el trabajo de un hombre es una de las partes más importantes de su identidad social y de su yo. Para muchas personas, el trabajo se transforma en un interés central de su vida. Influye en la vida mucho más allá de la simple referencia económica. Sin embargo, el modo como la persona considere su trabajo, las satisfacciones que le proporcione y sus aspiraciones dependen en gran parte de sus cualidades personales, del marco cultural y de la situación familiar. Se puede concluir que el trabajo proporciona un ingreso, ordena la actividad vital y otorga una fuente de identidad, asociación y experiencias significativas. Para medir el ajuste personal, social y total, antes y después de la capacitación, se eligió el Test de Personalidad de California, cuya objetividad permite obtener datos comparables entre dos grupos de inválidos. La investigación se llevó a cabo con la colaboración de pacientes ambulatorios y personas minusválidas capacitadas en el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad -INTECAP- quien a través de la Unidad de Minusválidos, presta servicios de capacitación a personas con limitaciones físicas. La hipótesis que generó esta investigación queda formulada en los siguientes términos: La Formación Profesional aumenta el puntaje de ajuste personal, social y total del minusválido físico. Es la intención que este trabajo sirva de referencia para nuevas investigaciones que con criterios científicos, aporten datos que fundamenten los programas de rehabilitación de la población inválida guatemalteca.