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Entre las plantas cultivadas más antiguas está el ajo, Allium sativum. Aunque no se sabe con certeza en donde se originó se cree que se cultivó en Egipto, China y la India antes de los registros históricos. El ajo desde tiempos antiguos ha tenido usos culinarios, medicinales e incluso religiosos y supersticiosos.
Los sacerdotes Egipcios colocaban el ajo como ofrenda en los altares de sus dioses. En la tumba del rey egipcio Tutankhamen se encontraron varios bulbos de ajo que databan desde 1358 A.C. Entre las creencias, o si se quieren llamar supersticiones, sobre el ajo están las siguientes. El ajo se les daba como un energético a los esclavos que construyeron la Pirámide de Keops; incluso hay registros que indican que los esclavos hicieron huelga cuando no se les proporcionó
ajo con su comida. También los atletas griegos y romanos ingerían ajo antes de sus competencias para que éste les proporcionara energía y fuerza. Los soldados romanos lo ingerían para ser feroces. Daniel Defoe, autor de la obra Robinson Crusoe, reportó que los sacerdotes franceses empleaban el ajo para resguardarse de la peste bubónica cuando trataban a las victimas de ésta durante la epidemia que ocurrió en el siglo 17 (Wilhelm y Jones 1985:74). Hoy en día existe la creencia
que el ajo constituye un amuleto de buena suerte; pues en algunos negocios a veces se puede observar racimos del mismo colgados con este propósito.
Desde tiempos antiguos se le ha atribuido al ajo valor medicinal por sus extraordinarios poderes curativos; Hipócrates en 400 A.C. reconoció este atributo. Los babilonios, griegos, egipcios y chinos emplearon ajo para aliviar infecciones internas, curar enfermedades del tracto respiratorio y digestivo y para sanar heridas y picaduras de serpientes. Durante la segunda guerra mundial se útilizo en el tratamiento de heridas cuando no se disponía de medicamentos sintéticos. Investigaciones recientes, realizadas en Russia, han demostrado que un derivado del ajo es un antibiótico tan poderoso que se le ha apodado "penicilina rusa" (Thomas, 1986:4).
El ajo ha sido evaluado experimentalmente y los resultados de estos experimentos han demostrado la habilidad que tiene para bajar la presión sanguínea alta, reducir la cantidad de grasas y colesterol en la sangre y en el higado, reducir los niveles de azúcar en la sangre de animales diabéticos y además ayuda a proteger a los animales del daño causado por la formación de grasas en los vasos sanguíneos (Thomas 1986:4).
Además de los usos 'medicinales ya mencionados el ajo ha sido clasificado como un antiséptico y antiespasmódico por el U.S. Food and Drug Administration. Estudios extensos a través del mundo han demostrado su efectividad para inhibir el crecimiento de hongos y bacterias.
El ajo se usa en forma fresca y deshidratada; además se le puede extraer una aceite volátil que contiene sulfato de alilo; compuesto que le imparte al Fijo su olor característico. Este aceite se usa principalmente en preparaciones farmacéuticas.
Según Rosengarten (1973:316) la disponibilidad de ajo deshidratado ha sido un factor que ha estimulado su popularidad en los Estados Unidos; durante la última década su consumo ha aumentado en un mil por ciento.
Su uso como condimento es tradicionalmente popular en el sur de Europa, en la región del mediterráneo y América Latina. Consecuentemente el ajo se cultiva en los países de esas regiones que presentan las condiciones climáticas que exige el cultivo. Así se satisfacen tanto las demandas internas de estas regiones y además las de mercados de países cercanos y lejanos que no reúnen las condiciones climáticas para su cultivo.
Por ejemplo, en Centroamérica a pesar de que todos los países utilizan el ajo como condimento, el único que reúne las mejores condiciones climáticas para cultivarlo en la región es Guatemala; país que ha cultivado y exportado ajo durante años. Naturalmente los países centroamericanos han sido los principales compradores del ajo guatemalteco.
Además de exportar ajo a todos los países centroamericanos, Guatemala también exporta hacia Estados Unidos, país que a pesar de producirlo en grandes cantidades tiene necesidad de importar para satisfacer la demanda interna. Esta demanda se debe principalmente al alto porcentaje de imigrantes provenientes del sur de Europa, la región mediterránea y América Latina; lugares en los cuales el ajo, es un condimento tradicional.
Sin embargo, el mercado estadounidense a diferencia de el centroamericano tiene requisitos que debe llenar el ajo en cuanto a calidad y tamaño. Estas exigencias se compensan con el precio que pagan el cual es mucho más atractivo que el que pagan en Centroamérica. Esta diferencia de precios es una ventaja que ofrece la exportación hacia Estados Unidos; para ajo destinado al consumo fresco.
Con el propósito de poder aprovechar la ventaja anteriormente expuesta se han realizado estudios del mercado de ajo en los Estados Unidos. Diferentes estudios demuestran la necesidad de exportar ajo de variedades mejoradas, y no la criolla para que tenga aceptación en el mercado de Estados Unidos, para ajo destinado al consumo fresco. Los estudios han recomendado la exportación de la variedad Floricta ya que la misma si llena los requisitos de tamaño y calidad del mercado
estadounidense; sin embargo, es dificil din poner de esta a nivel de producción en el país.
Hoy en día existen oportunidades en Estados Unidos para la comercialización de la mayoría de productos agrícolas provenientes de la región centroamericana y del Caribe siempre que estos llenen los requisitos y normas de calidad que exige éste país.
La presente investigación pretende abarcar una visión general de la exportación de ajo en forma fresca desde Guatemala hacia Estados Unidos. Esto se hara integrando y actualizando la literatura disponible sobre el tema. Para el efecto, se basa en varios estudios realizados a este respecto y en las condiciones existentes del mercado tanto de Guatemala como el de Estados Unidos.
Para poder evaluar la exportación de ajo desde Guatemala hacia Estados Unidos es necesario analizar los aspectos generales del mercado y comercialización del producto en ambos países. Para el efecto se relaciona la información que sobre el tema existe en ambos países en los últimos cinco años con la información actual disponible al respecto.
Uno de los fines principales es el de presentar las limitaciones que enfrenta la exportación de ajo desde Guatemala hacia Estados Unidos y tratar de encontrar las razones y causas de éstas. Se desea además señalar las oportunidades para futuras investigaciones. RR |
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