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Partiendo del paradigma conceptual propuesto por Hokanson & Megarge (1976)
se asume que cualquier conducta agresiva sea el resultado de cierto grado de instigación, combinado con la ausencia de inhibiciones y presencia de factores situacionales
que la propicien.
Se aborda el constructo de la INSTIGACIÓN, describiéndose la consideración
que distintas corrientes psicológicas hacen de ella, principalmente en cuanto a
si ésta tiene un origen interno o externo al individuo.
El mismo abordaje se hace respecto de la INHIBICIÓN. Se señala la interpretación de Konrad Lorenz quien llega a sugerir que la ritualización es, en los
animales, un mecanismo de inhibición evolutivamente desarrollado, y las soluciones
que plantea para la especie humana. También se señala la postura psicoanalítica
y la importancia que le atribuye a la inhibición, a través de los distintos
mecanismos de defensa, como forjadores del carácter. Por otro lado, Erick Fromm
parte de la existencia de dos tipos de agresividad: la benigna y la maligna.
La primera sólo se da cuando es absolutamente necesaria y nunca toma características
destructivas; la segunda es exclusiva del ser humano y se origina en una angustia existencial producto de un sistema alienante.
Al considerar los FACTORES SITUACIONALES que inciden en la agresión, se menciona
la influencia de grupos pequeños, de grupos grandes, de situaciones de deprivación, aislamiento y represión política. |
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