Abstract:
El trabajo de tesis titulado Los aportes literarios de Rodrigo Rey Rosa a la narrativa
guatemalteca fue analizado desde el punto de vista de la estética de la recepción.
Umberto Eco y Wolfgang Iser son los teóricos que nos ayudan a establecer la singular
complicidad que se produce ende el autor y el lector en la obra de Rodrigo Rey Rosa. La
narrativa de este autor permite al lector llenar ciertos espacios desde su particular
enciclopedia, y experiencia vital. Como propone -1-fans Robert Jauss, se da un horizonte
de expectativas que conlleva la intromisión de ideas, prejuicios y normas estéticas. Para
el análisis de esta obra se parte de la idea de un autor modelo que escribe con una
intencionalidad determinada y de un lector modelo que acepta como real lo que lee; por
lo tanto, se da una particular simbiosis entre autor y lector.
La literatura es una metáfora de la realidad. En este sentido Rodrigo Rey Rosa echa
mano de la ficción para representar ya sea un período de la historia guatemalteca o de
otro lugar, y ofrecerle al lector la posibilidad de introducirse en el relato. Por medio de
la lectura de las tres obras trabajadas en esta tesis, se logra determinar qué relación
establece Rey Rosa con la persona que recibe su obra. En Cárcel de árboles, el autor
acude al tiempo de la historia y recrea en el texto una mínima parte de esta realidad de
represión y silencio que se vive en su patria. Para percatarse de las denuncias allí
planteadas, es necesario acercarse lo suficiente a la obra, ya que Rodrigo Rey Rosa
demanda del lector una lectura atenta, capaz de interpretar su estrategia narrativa.
En la obra Ningún Lugar sagrado, Rodrigo Rey Rosa acude a los inflexibles
cuestionamientos del yo, frente a un destino colectivo, y convierte al lector en el relator
cómplice de la propia historia. Finalmente, en la obra Que me maten sí.., el propósito
planteado en las obras anteriores ofrece al lector la posibilidad de interpretar la historia
desde su propia óptica. Las tres obras están perfectamente interrelacionadas; el final
está abierto a la imaginación de cada lector, quien debe inferir lo que sucedió