Abstract:
El estudio se centra en los cambios en las manifestaciones de religiosidad ante la muerte que hubo después del traslado de la capital del Reino de Guatemala, de Santiago al Valle de la Virgen, a partir de los terremotos de 1773 y que provocó muchos cambios en la vida social y económica de sus habitantes. Aunque la religiosidad popular se mantuvo viva en la población capitalina, las personas ya no podían fundar tantas capellanías y obras pías como antes, ya que después del traslado a la Nueva Guatemala de la Asunción, hubo crisis económica provocada por la traslación de la ciudad, la guerra contra los ingleses y los bajos precios del añil. El ritual mortuorio se modificó poco, aunque se celebraba de manera más sencilla, se mantuvo la preferencia hacia las iglesias de los conventos de religiosos y se seguían escogiendo sus hábitos como mortajas. RR