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INTRODUCCIÓN.
Hay un ideal romántico que conviene rescatar del olvido: el de la educación
estética del individuo. A pesar de que somos herederos excéntricos de la tradición
occidental, hemos privilegiado la corriente racional de la modernidad, lo cual ha
acrecentado la escisión de nuestro ser. Mucho tiene que ver que el sur del
continente americano; al cual pertenecemos, fuera fundado por la contrarreforma, la
doctrina que quiso negar el signo del tiempo que rota, se transforma y fluye como los
ríos de Heráclito.
Todo modelo educativo responde a una concepción filosófica del hombre; es,
indudablemente, antropocéntrico. Aunque el afán que la guíe sea catequizar,
evangelizar, enseñar el camino hacia Dios. la educación no es asunto de ángeles; es
más bien, una cuestión humana.
Me interesa la propuesta de educación estética que realizó Schiller en los
albores de la época romántica, en la Alemania de Goethe, porque considero que
sigue siendo actual; vigente, pero más que nada, cercana. Este afán ha guiado
durante más de cincuenta años los esfuerzos de los más connotados escritores del
continente, sin encontrar eco en quienes dirigen los sistemas o diseñan los
programas educativos. A pesar del desdén oficial que ha merecido, en esta
propuesta radica una posibilidad real de salir de la crisis del hombre moderno. Se
trata de presentar de nuevo a la educación como centro de cambio social, dentro del
sistema. Lo abordado en este ensayo podría servir de insumo para ampliar la
discusión acerca de la Reforma Educativa que se discute actualmente a nivel
nacional, dotándola de una base filosófica que permitiera establecer la ética del -
respeto y una dinámica armoniosa entre las naciones que conforman nuestro país.
Por ello, en mi doble condición de educador y escritor, me inclino a examinar lo
escrito por el Friedrich Schiller, filósofo alemán.
Octavio Paz, el Nobel mexicano, inicia su ensayo Los signos en rotación con
la siguiente pregunta (1994; 247): «¿Es quimera pensar en una sociedad que reconcilie al poema y al acto; que sea palabra viva y palabra vivida, creación de la comunidad y comunidad creadora?».
La posibilidad de establecer dicha comunidad es el tema que aborda Schiller
en su libro Cartas sobre la educación estética del hombre, así como en su
correspondencia titulada Kallias, este ensayo se basará principalmente en el examen
de estos escritos con el objeto de abrir el debate acerca de un planteamiento
filosófico que permita transformar la sociedad a través de la dinámica que genere el
modelo educativo basado en la búsqueda de la belleza. RR |
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