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INTRODUCCIÓN:
La construcción de caminos y carreteras en nuestros días es un elemento que ningún país
puede dejar de lado para su desarrollo. Es indispensable tener una infraestructura
adecuada por la cual transitar para desplazarse de un lado a otro, sea cual sea el propósito.
Sin embargo, el aumento de la población y el consecuente crecimiento de ciertas áreas del
país hace que los caminos y carreteras tengan que ser construidos en lugares que pueden
llegar a presentar ciertas dificultades que se tienen que afrontar. Por eso es que el Ingeniero
Civil necesita utilizar todos los medios a su alcance para poder construir obras optimizando
recursos. En el caso de la construcción de caminos hay varias características que pueden
hacer difícil la realización de un proyecto, como por ejemplo el acceso, el tiempo de
ejecución, las condiciones meteorológicas, la disponibilidad de recursos (maquinaria, equipo,
mano de obra), la calidad del suelo y el costo.
La baja calidad del suelo es un problema que se presenta en muchas ocasiones y es por
eso que a través de los años se ha tratado de idear métodos de mejoramiento del mismo,
que permitan que la estructura del pavimento sea de buena calidad. En la construcción de
vías de comunicación terrestre, la estructura depende de la resistencia del suelo subyacente,
ya que de fallar éste, las capas superiores no tendrán la capacidad de sostenerse y la carga
para la cual fue diseñado el proyecto hará que éste quede inservible. Esta capa de suelo es
la subrasante. Dependiendo del tipo de suelo en el que se esté trabajando, así serán las
características que se tendrán que modificar para que el mismo cumpla todos los
requerimientos de resistencia e incompresibilidad indispensables.
El proceso por el cual se mejora el suelo para que pueda alcanzar los requisitos fijados se
llama estabilización. En un sentido más amplio, la estabilización incluye otros factores como
la compactación, drenaje, preconsolidación y protección de la superficie contra los factores
ambientales. Sin embargo, el término va restringiendo su alcance al aspecto del
mejoramiento del suelo: la modificación del propio material del lugar.
Durante los años que el hombre lleva haciendo vías de comunicación, ha tenido que
enfrentar muchos tipos de suelo, y muchos han sido los métodos que se han empleado para
estabilizarlos También han sido variados los resultados que se han obtenido. Al establecer
normas para la construcción de obras, se han ido consolidando conocimientos e ideas que
han llevado a mejorar estos métodos de estabilización.
La ciencia de los materiales ha avanzado mucho en los últimos años. Los avances
tecnológicos han hecho que las pruebas que se realizan sean más exactas y confiables, por
lo que en la actualidad se cuenta con gran cantidad de información sobre estos métodos de
estabilización y ahora podemos conocer con mayor precisión detalles, como la duración del
trabajo realizado, el modo de empleo y la confiabilidad de cada método, como también los
casos en los que se puede aplicar cada uno de estos.
Como producto de estos avances surgieron los geosintéticos. Estos materiales nacieron de
la necesidad de facilitar y mejorar los procesos constructivos. De esta cuenta es que tienen
gran diversidad de aplicaciones y una de éstas es la estabilización de suelos.
En países como el nuestro, es necesario ir de la mano con los avances tecnológicos para
que el proceso de desarrollo no se vea afectada Sin embargo, los problemas que se presentan con frecuencia son la resistencia al cambio y la falta de información. Es por esto
que se plantea aquí la función estabilizadora de suelos con la que cuentan estos materiales
para que el constructor encuentre una opción más en la búsqueda de soluciones a los
inconvenientes que pueda encontrar en su trabajo. |
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